El consumo de éxtasis se incrementó un 146% en los últimos siete años en Argentina, con una edad de inicio a los 20 años o antes en la mitad de los casos, mientras que el mayor consumo se da entre los 18 y los 34 años, de acuerdo a un informe de la Sedronar.


La tasa de consumo de éxtasis de 2017 registra un aumento del 146% respecto a la de 2010, año en que la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) dejó de elaborar su informe anual sobre consumo de sustancias psicoactivas, trabajo que retomó este año.


‘La edad promedio de inicio del consumo de éxtasis es a los 22 años, pero la mitad de las personas comenzó a los 20 años o antes. Por otro lado, el mayor consumo se observa de los 18 a 34 años’, dice el informe de este año.
El éxtasis es una droga sintética de la familia de las anfetaminas que puede provocar euforia, pérdida de las inhibiciones, hiperactividad y disminución de la sensación de dolor físico.


‘El cerebro termina de formarse a los 18 años, nos preocupa que esta y otras sustancias psicoactivas comiencen a consumirse a edades cada vez más tempranas’, dijo Verónica Brasesco, titular del Observatorio Argentino de Drogas.


El 4,5% de las personas que consumió éxtasis lo hizo por primera vez a los 15 años o antes, mientras que el 30,1% lo hizo entre las 16 y los 19 años, el 63,6% entre los 20 y los 30, y y el 1,8% después de los 30, detalló el informe de la Sedronar. Por otro lado, el 24% de los que alguna vez probó siguen consumiendo y la última vez que lo hizo fue hace menos de un mes.


Para reducir riesgos del consumo de éxtasis, la Sedronar implementa acciones en contextos de nocturnidad -eventos masivos, fiestas electrónicas y boliches-. ‘Estas acciones incluyen carpas socio-sanitarias donde hay puestos de hidratación y descanso y personal preparado para asistir a aquellos que se descompensen’, comentó Diego Ruiz, del área de Prevención de Sedronar.


En estas carpas, el personal dialoga con los asistentes sobre los riesgos relacionados con el consumo de éxtasis, como los que implica combinar esta sustancia con alcohol o repetir la dosis. ‘También se capacita a los bartender y al personal de seguridad para que observen casos de abuso o intoxicación y avisen lo más rápido posible a la carpa socio-sanitaria‘.


Respecto al conjunto de drogas ilícitas, el éxtasis registra una tasa de consumo relativamente baja: durante el último año entre la población en general sólo 0,3% tomó esta droga. Entre otros factores, esto puede deberse a la percepción de dificultad en el acceso: sólo el 18,5% de la población manifiesta que es fácil conseguir éxtasis, mientras que casi el 39% cree que es fácil comprar marihuana, y 29,4% expresó que es fácil acceder a la cocaína.


El último Estudio de Consumo de Sustancias de la Sedronar -estadísticas que no se presentaban desde 2010- muestra que hubo un aumento ‘estadísticamente significativo, en las tasas de consumo de marihuana, cocaína, éxtasis y de alguna droga ilícita’. En el caso de marihuana, la diferencia entre ambos estudios es de 9,3% porcentuales, y en términos de incremento implica una tasa del 121% con respecto al año 2010.


El consumo por alguna vez en la vida de cocaína tuvo una variación de 2,7 puntos porcentuales, alcanzando una tasa de 5,3% según el último estudio. En cuanto a la prevalencia de consumo de éxtasis, si bien es baja (1,3%), su tasa de incremento con respecto al año 2010 fue del 146%. Télam

En el secundario

El éxtasis es una droga sintética que a largo plazo produce deterioro cognitivo. Según estadísticas anteriores de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas, en 2015, el 7 por ciento de los estudiantes de quinto año del secundario habían consumido éxtasis.