Un nuevo escándalo se suma a la Iglesia en Mendoza luego de conocerse una carta enviada por el Arzobispado hacia el Vaticano para ocultar  abusos sexuales que dos monjes habrían cometido en el Monasterio Cristo Orante, del Valle de Uco.

El arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo, envió una carta a la Santa Sede en agosto de 2018, donde le pedía al papa Francisco trasladar la investigación a San Juan y prorrogar el juicio canónico contra los monjes mendocinos Diego Roqué y Oscar Portillo, quienes hoy están con prisión domiciliaria, aseguró el diario La Nación.

A pesar de ir contra el pedido del Papa de acompañar a las víctimas, Colombo envió la carta debido a que Mendoza atraviesa uno de los grandes escándalos de la Iglesia con las gravísimas denuncias de abuso sexual ocurridos en el Instituto Próvolo, donde las víctimas son niños sordos.

En la carta, Colombo destacó que quería evitar la “judialización” del caso y así evitar un nuevo escándalo. Además, dijo que los monjes Diego Roqué y Oscar Portillo “tienen una alta imagen y consideración personal y espiritual”, según publicó La Nación.

Nicolás Bustos Norton, hoy de 27 años, fue quien denunció en 2015 y en 2018 en el Arzobispado los abusos que de los que fue víctima desde los 17 a los 24 años, cuando estudiaba en el Monasterio Cristo Orante, por parte de Portillo y Roqué.

Ante la falta de respuesta, en octubre de 2018 Bustos Norton hizo la denuncia en la Justicia Penal, y allí se hizo conocido su caso. Al Arzobispado no le quedó otra opción que clausurar el Monasterio, y los dos acusados por abuso sexual fueron detenidos. Luego de pasar un tiempo presos en la penitenciaría, recibieron el beneficio de la prisión domiciliaria hasta el día del juicio.

La carta

La intención de Colombo habría sido “aplazar” la investigación "atento a que se trata de un sacerdote perteneciente a una asociación pública de fieles que ha sido oportunamente erigida por la autoridad arquidiocesana y trabaja bajo su égida y alta dirección", sostuvo el arzobispo en la carta enviada al cardenal Dominique Mamberti.

En pleno escándalo con los aberrantes abusos sexuales en el Instituto Próvolo, el religioso indicó: "El clima hostil y negativo que rodea el ejercicio de la labor judicial canónica en la Arquidiócesis de Mendoza por la trascendencia mediática y social que ha tenido y tiene la causa judicial penal ante los tribunales ordinarios estatales, por el caso del instituto Antonio Próvolo" pidió poner "bajo su consideración la conveniencia y oportunidad de conceder una prórroga" en el juicio.

Colombo pidió al Vaticano la prórroga para "evitar, conforme a los antecedentes que existen en la Arquidiócesis de Mendoza y con resultados negativos para la misma, la posible judicialización, en sede estatal, de las acusaciones de nuestro tribunal. Acciones estas que, a pesar de ser contrarias al concordato firmado por el Estado argentino con la Santa Sede, suelen prosperar en el ámbito de la Justicia ordinaria local". E indicó que un escándalo jurídico, podría afectar a una "obra querida y valorada por numerosos fieles".

El pedido de Colombo va a contramarcha de la guía de actuación en "los delitos cometidos por clérigos y religiosos" que la Conferencia Episcopal presentó en agosto de 2015.

Allí, se define que el abuso sexual de menores es un "grave pecado" y un "grave delito tanto para el ordenamiento jurídico canónico como para el Código Penal argentino", y pide a las autoridades eclesiásticas acompañar a las víctimas en sus denuncias ante la Justicia ordinaria.