Carlos Finley nació en Cuba el 3 de diciembre de 1833. Médico e investigador que en 1881 presentó su tesis en la Conferencia Interamericana de Washington, donde sostenía que a fiebre amarilla era transmitida por un mosquito. Su tesis y su posterior aceptación no solo no fueron aceptadas, sino que los asistentes fueron abandonando el recinto uno a uno. Posteriormente lo apodaron como burla: "El Dr.

Mosquito". Recién en 1901 en la Conferencia Sanitaria de la Habana se confirmaron sus aseveraciones de que la transmisión de la fiebre amarilla era ocasionado por un vector intermediario el mosquito Aedes Aegipt. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el Congreso Panamericano de Dallas proclamó que el 3 de diciembre se celebrara como el Día del Médico Panamericano, en reconocimiento a la contribución realizada por Finley en beneficio de la humanidad. 


En Argentina uno de los más entusiastas, en reconocer a Finley, fue el Prof. Dr. Remo Bergoglio, profesor de la Cátedra de Infecciosos en la Universidad Nacional de Córdoba. (Pariente del Papa Francisco) recientemente fallecido. Se instituyó en nuestro país como el Día del Médico en Argentina, el 3 de diciembre mediante un decreto fechado el 1 de agosto de 1956. 


Por ello no podemos dejar pasar este día sin hacer algunas reflexiones. La palabra médico, proviene de mediré: curar y del prefijo "med" que significa meditar o pensar, por lo que equivale a pensador y curador. Se dice con razón que el buen médico: "aprende, sabe, cura y enseña''. 


La Medicina nació cuando el hombre lanzó un grito de dolor. Fuentes escritas sobre esta noble profesión las tenemos en las culturas del Cercano Oriente Antiguo y las Culturas Clásicas de Grecia y Roma en la Antigüedad. 


¿Qué es ser médico? Nada mejor que citar al Dr. Felix Marti Ibáñez, médico historiador y filósofo:  
"Ser médico es estar como en un gigantesco marco, donde se encuentra lo que se aprende, donde no solo es necesario ser sabio, sino ante todo un hombre bueno y completo, que sepa actuar con ciencia, con calidad e integridad y en la vida como un ser humano dotado de buen corazón y elevados ideales...''. 


Cada año festejamos su día y en esto estamos en deuda los sanjuaninos, ¡qué rápido olvidamos los humanos del bien recibido! Por eso nos sentimos conmovidos cuando encontramos algún documento amarillo por el paso del tiempo, pero que registra el testimonio del accionar permanente. 


Y no digamos nada de los testimonios en "las chapas de médico'', aún quedan algunas, de aquellos que ya no están en este mundo o se han retirado cobrando una mísera jubilación. Recordamos el Romance a mis chapas de médico de Baldomero Fernández Moreno, sobrino de un gran médico de fama internacional, el Dr. Avelino Gutiérrez: "Chapas que fueron un día/ Esperanza de mis padres/ Galardón de mis esfuerzos /Brillantes como dos soles./En mi horizonte subiendo/ De haber sido redondas./ Lo hubieras sido perfectas./ Cumplidas chapas de bronce./ Amigas de tanto tiempo./ En la ciudad y en el campo./ Mi bandera y mi señuelo'' 
Para terminar estas reflexiones, recordamos al Dr. Fermín Domínguez, perteneciente a una dinastía de médicos a los que San Juan les debe mucho y recientemente fallecido. Y para todos en general en este Día del Médico ¡gracias!  
 
Autor: Ex Prof. Titular Ordinaria Cátedras: Historia del Cercano Oriente Antiguo e Historia de Roma, FFHy A. de la UNSJ.