Siguiendo con la cronología de los hechos vinculados a los efectos de la contaminación en el mundo, podemos consignar que a fines del siglo XX, y luego de muchas controversias, comienza a analizarse a nivel mundial debido al peligroso calentamiento global y cambio climático. 


En 1997, los países desarrollados establecieron objetivos en el Protocolo de Kioto. En la actualidad, 195 países intentan limitar el aumento de la temperatura media mundial para fines de este siglo, entre 1,5º y 2º C, respecto a los niveles preindustriales, reduciendo los gases de efecto invernadero, sin comprometer la producción de alimentos para evitar las hambrunas. A principios de Noviembre, con la ratificación de más de 100 países, entró en vigencia el Acuerdo de París, adoptado el 12 de diciembre de 2015 por países desarrollados y vulnerables y firmado el 22 de Abril de este año en conmemoración del Día de la Tierra. Este Acuerdo busca sustituir para 2020 al Protocolo de Kioto que sólo comprometía a los países desarrollados. Cada 5 años los países deben rendir cuentas de su cumplimiento. Hace poco en Kigali (Ruanda), se acordó evitar un aumento de medio grado en la temperatura del planeta en este siglo, mediante la disminución de la emisión de hidrofluocarbonos, principales responsables del calentamiento de la Tierra. El futuro del planeta se definió hace unas semanas en Marrakech (Marruecos) donde se intentaron acelerar acciones reales, bajo el lema "quien contamina paga". 


La pérdida de la capa de hielo de Groenlandia, la reducción del hielo del mar Ártico, el retroceso de los glaciares, las especies amenazadas, las olas de calor, los ciclones, las sequías son signos elocuentes del avance del proceso, aunque Donald Trump diga que el calentamiento es un engaño y pretenda que EEUU, el 2do contaminante después de China, abandone el compromiso asumido durante la presidencia de Obama. Muchos científicos (como Stephen Hawking y otros Premios Nobel), le están enviando cartas con fundamentos científicos, a fin de que comprenda que de concretarse su postura, todo el planeta se vería afectado. Un aumento de 4ºC de la temperatura media, respecto a la era preindustrial, pondría en peligro de inundación a las ciudades costeras con consecuencias catastróficas que sumadas a otros efectos meteorológicos serían una amenaza para la subsistencia de la vida en el planeta. Urge que hacia la mitad del siglo XXI, las emisiones no superen lo que el planeta puede absorber. 
 


María Antonia Sansó Santos, Licenciada en Bioquímica.