Ayer tuvo lugar en el Teatro del Bicentenario un hecho digno de celebrar en el ambiente de la danza sanjuanina. Es que si bien, desde la inauguración del coliseo, la puesta en escena de "El Lago de los Cisnes' (de la mano de Paloma Herrera y Lidia Segni) y el anuncio de otros ballets que debutarán este año (Quijote, Cascanueces, Momento, entre otros) hicieron realidad la añorada posibilidad de audicionar en la provincia para grandes producciones -un presente sin antecedentes para los bailarines locales-, esta vez el requerimiento fue para una ópera. Una veintena de artistas quedaron elegidos ayer para ser parte del elenco de La Traviata, que subirá a escena el 26, 28 y 29 de este mes, en una coproducción entre el Bicentenario y el Teatro Argentino de La Plata, con protagónicos del Colón; y orquesta, coro y solistas locales.

Temprano comenzó la "entrada en calor' para todos los aspirantes, que luego aprendieron fragmentos de la coreografía requerida, comandados por la talentosa Victoria Balanza, bailarina y maestra ensayista en este proyecto.

Y cuando todo estuvo listo, entonces sí chicas y chicos bailaron una y otra vez, en grupos, bajo las atentas miradas de Silvana Moreno -bailarina y directora artística del Bicentenario- y el internacional Guillermo "Willy' Landin -a cargo de la dirección y puesta en escena-, quien llegó de Buenos Aires para comandar este "barco' al que les dio la bienvenida.

Previamente, el regisseur agradeció a todos los postulantes, habló de lo difícil que resulta comunicarles "quién sí y quién no', les explicó que no resultar elegidos no significa que no sean buenos, sino que responde a determinados requerimientos de esta obra; y los alentó a seguir adelante con sus carreras.

A contrareloj, el ballet -en el que hay algunos bailarines que fueron parte de "El lago...'; y también Raúl Páez, a quien Landin convocó para un personaje con más destaque- comenzó a trabajar. Apenas tomaron unos minutos para un almuerzo improvisado y frugal, y manos a la obra. O cuerpos al tapete. De cara a otro desafío, a otra oportunidad.

"Lo importante es sembrar"


"Tiene mucha importancia el ballet en esta ópera. No sientan que son un relleno", dijo Willy Landin a los bailarines. Reconocido director -el más joven en dirigir en el Colón-, explicó que "antiguamente daba la sensación de que la ópera se interrumpía cuando aparecía la danza.

En este caso no, tienen una presencia y un relato importante", explicó el regisseur, entusiasmado con esta experiencia. Luego del primer encuentro con el coro y de haber seleccionado al ballet, comentó que los artistas tendrán ahora un "doble camino": por un lado la exigencia técnica y por otro "quiero que sepan cuál es la historia literaria, dónde están plantados.

Es una obra interesantísima y conocer todo lo que la rodea permite entender, despierta un interés y es una posibilidad de crecimiento" valoró. Landin, quien ha recorrido distintos teatros del mundo, destacó además la entrega que ya se palpa en los artistas y el equipo técnico. "Y lo que puedo no encontrar aquí respecto de otros teatros, lo valoro a favor, porque en otro teatros puede haber más profesionalismo, pero también más hastío, más problemas, gente que cree que sabe todo", comentó el director escénico, para quien "lo importante es sembrar y el público tiene que saber que se está invirtiendo, porque de acá a cinco años, o menos, todos van a brillar".