Nunca se dio por vencido. Superado en la primera parte, a este Atlético Alianza le sobró personalidad, coraje y fútbol para terminar revirtiendo la historia de la Superfinal del Oficial 2016 de Primera División de la Liga Sanjuanina de Fútbol y con goles de Roverbal y de Gustavo Pereira, terminó venciendo por 2-1 a Trinidad que había abierto el marcador en el primer tiempo con un golazo de Paul Martin.

Pero el gran mérito del Lechuzo fue reaccionar cuando debía. Cuando parecía todo cuesta arriba, Atlético Alianza volvió con otra cabeza al segundo tiempo y ahí si justificó esta nueva conquista, que demoró 6 años y que había tenido ya un pequeño anticipo en junio pasado cuando ganó la Primera Rueda de este mismo Oficial.

En el arranque de partido, la presión de Trinidad su enorme. Costa, Guajardo y Muñoz se adueñaron de la pelota y si bien no tenían toda la profundidad necesaria como para complicar a Jairo Díaz, llegaron en un par de ocasiones como para justificar que a los 27’ el mendocino Paul Martin clavó la pelota en el ángulo y dejó sin respuesta al arquero de Alianza para abrir el marcador de la finalísima.

Ese golpe lo sintió Alianza que nunca pudo terminar de acomodarse y que esperaba la segunda mitad para barajar y dar de nuevo.

Rubén Ceballos, que en su primera experiencia como entrenador fue clave para lograr el campeonato, apeló a la motivación y al pequeño detalle táctico de adelantar al equipo 15 metros en la cancha y con eso empezó a ganar.

Primero, la pelota, después la cancha y por último las acciones cuando a los 9’ Roverbal anticipó a los centrales del León y dejó sin chances a Guirado que nada pudo hacer para evitar el 1-1 con el que Alianza ponía todo como al principio.

Pero claro, este Lechuzo era otro. Creció Renzo Ahumada. desequilibró Roverbal más que nunca y el Gatito Pereira tuvo la alimentación necesaria como para encontrar opciones.

Así, empezó a llegarle seguido a Trinidad que estaba descompensado en todas las líneas y en especial en defensa. Era cuestión de tiempo para que Alianza quebrara al León y a los 19’ fue Gustavo Pereira quien definiría de cabeza un centro que le llegó desde la derecha medido y exacto para poner el 2-1 y comenzar a festejar el campeonato.

Trinidad apeló a la rebeldía y a la calidad de sus nombres pero nu hubo respuestas. Fue al frente y desprotegió feo atrás, dejando esos espacios que Renzo Ahumada estuvo a milímetros de aprovechar en dos ocasiones ante el achique del Mono Guirado.

Se hizo lindo el trámite. Intenso y con la urgencia del lado de un impotente Trinidad, jugado al todo o nada ante un Alianza que había sabido cambiar a tiempo para revertir el marcador y el trámite de la final.

Trinidad insistió pero no tuvo peso como para llegar al empate. Alianza, mejor parado, tuvo opciones como para decorar con algún gol más un sábado inolvidable en el que volvió a convertirse en el mejor de San Juan, con una reacción sensacional que esta vez le valió un campeonato. Nada más, ni nada menos. Como para que lo festejen como lo festejaron.
 

CLAVES



REACCIÓN. Alianza fue campeón porque supo cómo y cuando cambiar y jugó la segunda parte de la Superfinal con todos los argumentos como para revertir una historia que comenzó en la adversidad y superado por Trinidad.

CAÍDA. Trinidad había hecho lo más difícil en cualquier final que es abrir el marcador a su favor. Lo logró con justicia en la primera parte pero luego se quedó, lo superó Alianza y lo dejó sin nada.

CATEGORÍA. Dicen que los chicos ganan partidos y los grandes, campeonatos. Apoyado en la categoría de nombres consagrados y con mucho recorrido como Garipe y Roverbal, Alianza lo logró.