Decepción. Carlos Herrera y su esposa, Cintia, estaban indignados con la empresa de seguridad ‘Vista de Águila’ que era la encargada de vigilarle la casa. Demandarán a su responsable, un tal Carlos Oviedo, dijeron.

Era el día soñado, después de más 10 años en pareja por fin se casaban. Hubo alegría, brindis y baile en una gran fiesta que, como muchas otras celebraciones, también tuvo una sorpresa inesperada. Y no precisamente de la buena. Cuando regresaron a su casa, descubrieron que estaba todo desordenado y que les habían sustraído 70.000 pesos en efectivo. Todavía no saben si se llevaron algunos regalos. Lo insólito es que ellos habían pagado un servicio de seguridad para que, justamente, le cuidaran el domicilio y aun así les robaron.


Carlos Herrera y Cintia González hasta ayer no salían del asombro y de la amargura. ‘Todos queremos tener un recuerdo hermoso de nuestro casamiento, pero para mí el único recuerdo va ser que ese día me robaron. Si me hubiese sucedido otro día, les juro que no me dolería tanto. Tuve que atender a los policías vestida de novia, ni siquiera pude entrar’, contó Cintia, que es mamá de dos nenes.


La pareja tiene una verdulería y trabaja casi todo el día. Es más, el sábado atendieron su negocio hasta las 15, siendo que esa noche se casaban. ‘Somos trabajadores y tenemos deudas, pero veníamos juntando plata desde hace mucho para casarnos’, explicó Carlos. 


La fiesta fue el sábado a la noche en un salón de Marquesado, Rivadavia, y calcularon hasta el último detalle: pagaron un servicio de seguridad para que cuidara el salón y la cantina, pero además su casa en calle Coll en Bº Huazihul. En el contrato, La empresa ‘Vista de Águila’ se comprometía a poner un vigilador en la puerta de la vivienda. ‘Nunca dejo plata, pero ahora la dejé porque era para los proveedores y se suponía que me iban a cuidar la casa. Yo me fui a las 22.30 al casamiento y todavía no llegaba el vigilador. Les llamé y me dijeron que venía en camino’, agregó Herrera.


Exhausto, pero feliz, Herrera regresó a su casa a las 6.30 del domingo trayendo cosas de la fiesta. Ahí se encontró con el robo. Habían forzado un portón y una ventana. Del vigilador no había rastros. La excusa que le dieron es que se había ido antes por un problema familiar.