En las calles de Zonda deambula uno de esos personajes de pueblo al que todos conocen. Se trata de Julio Montenegro, de 46 años, que tiene una historia particular marcada por el sufrimiento y la desidia.

El hombre vive en la calle Guillermo Rawson del Barrio Basilio Nievas. El que lo “banca”, lo cuida y está todo el tiempo con él es su sobrino, Máximo. Juntos se las arreglan como pueden en una aceptable vivienda que esconde un pasado de dramáticas situaciones y un presente complicado.
 

Julito, como lo conocen todos en la zona, tiene retraso mental. No logra entablar diálogos largos, sólo responde a preguntas básicas. “Lo único que sabe prepararse es el mate, nada más. Yo tengo que hasta ayudarlo a bañarse”, comentó a DIARIO DE CUYO su sobrino.

Para peor, su enfermedad se agravó cuando tuvo un accidente en el año `94, cuando se cayó del techo de su casa.  Estuvo internado en coma, al borde de la muerte. “Desde que le pasó eso el problema se agudizó. Ya no se puede recuperar el Julio de antes”, manifestó Máximo. “Él hasta a veces trabajaba en los parrales. Ahora, veinte años después, cuando hace fuerza sigue teniendo dolores en el cuerpo”, explicó.

La vida de Julio ha sido muy sufrida. Cuando tenía apenas 8 años su papá falleció, mientras que hace dos años padeció otro durísimo golpe: la muerte de su mamá. “La quería mucho y hoy sufre demasiado su ausencia. Tiene una foto de ella en el aparador de la cocina, es como un pedestal que le ha hecho. Ahí se arrima, se pasa el tiempo mirándola y le reza”, contó su sobrino.

Además, hay un problema que lo azota a menudo: las convulsiones. Máximo explicó que las padece cuando tiene emociones fuertes. “El pasado 4 de abril fue su cumpleaños y vinieron sus hermanos y varios familiares. Estaba muy contento y emocionado, por lo que en medio del festejo tuvo convulsiones”, relató. También le ocurre cuando ve a su tía, que es parecida físicamente a su mamá, por lo que piensa que es ella, se emociona y cae en el cuadro desesperante.

Quien cuida a Julio contó detalles de su día a día. “Se levanta cuando yo lo despierto, más o menos a las 9 o 10. A veces va a la Iglesia a rezar. Acá todos lo conocen y le tienen mucho cariño. Siempre camina las calles del pueblo, o si no se pasa las horas sentado afuera de la casa. Desde allí mira todo lo que pasa en la calle”, contó.

También, Julito es fanático de Juventud Zondina y de Boca. Máximo explicó que no se pierde ningún partido del Xeneize, pero que a veces eso le trae problemas, pues un resultado malo puede dar paso a convulsiones.  

Julio y Máximo tratan de vivir el día a día como pueden. Tienen problemas económicos y una dramática situación que impide que se generen los ingresos suficientes.

“De lo único que vivimos es de las changas que yo puedo hacer. Por ahí salgo a cortar el pasto o hago trabajos en las casas”, explicó el sobrino. Sin embargo, la compleja situación de Julio lo condiciona. “Yo no puedo irme por muchas horas de mi casa porque no puedo dejarlo solo. Él se enoja cuando me voy y yo lo entiendo, pero tengo que salir a buscar el pan. Acá se come de acuerdo a lo que yo haga”, relató. A su vez, comentó que deben 4 boletas de luz y que hay días en los que no comen.

Por otro lado, el hombre contó que cuando se va a trabajar “sale con el corazón en la boca”. Es que cuando Julio tiene convulsiones debe estar sí o sí para auxiliarlo y medicarlo. “Si hay un trabajo de 6 horas trato de hacerlo en 3 para venirme rápido a mi casa para ver si mi tío está bien. Salgo con miedo de volver y encontrarme con lo peor”, comentó perturbado el zondino.

¿Cómo se solucionaría esto? La familia de Julio le tramitó una pensión, que le corresponde por su discapacidad. Sin embargo, desde hace dos años está encajonada y nadie le da una solución.  

“Con ese ingreso podríamos vivir aunque sea un poquito mejor. Por ahora no podemos proyectar nada, estamos en el molde. Vivimos el día a día y cada vez estamos peor”, concluyó Máximo, a la espera de que autoridades puedan resolver su situación.

¡Colaborá con Julio y su sobrino!
 

Podés acercarle donaciones a su domicilio: Barrio Basilio Nievas m/C c/14, Zonda.