El estado de sus viviendas, con filtraciones, anegamientos, daños estructurales y hasta peligro de electrificación, las hizo inhabitables.

La lluvia que golpeó a la provincia en forma constante durante prácticamente un día y medio dejó a 38 familias evacuadas en toda la provincia, es decir, casi 200 personas que tuvieron que ser asistidas por las autoridades hasta poder resolver sus situaciones.

Además, estimaron en cientos las casas afectadas en mayor o menor medida, a la vez que si bien llovió en todo el territorio provincial, fueron nueve los departamentos más afectados, indicaron.

El ministro de Desarrollo Humano, Walberto Allende, anunció que debido a la persistencia del fenómeno meteorológico es que en distintos departamentos tuvieron que hacer evacuaciones o algunas familias directamente dejaron sus casas por decisión propia, debido a que el agua había dañado severamente sus viviendas.

“En total fueron 38 las familias evacuadas, en toda la provincia. Sarmiento, 25 de Mayo, Pocito, Rivadavia, Ullum, Chimbas, Albardón, Caucete y Santa Lucía fueron los departamentos más afectados.

En tanto, en Chucuma bajó creciente y dañó la cañería del agua potable, así que también hubo intervenciones para asistir a esas personas que se quedaron sin suministro”, señaló Allende, quien dirigió el operativo de asistencia desde el depósito principal del Ministerio junto al gobernador Sergio Uñac.

En Pocito, siete madres y 11 niños fueron rescatados por la Policía y pasaron parte de la noche en la comisaría, debido a los daños y anegamientos de sus casas (ver aparte).

 

48,3 Milímetros de agua cayó entre el 8 y 9 de diciembre, indicó el climatólogo Germán Poblete. Esto representa casi la mitad del promedio anual provincial.



Hubo también siete familias evacuadas en la zona Sur de Sarmiento y otras tantas en Ullum, también hubo una decena de personas autoevacuadas en Médano de Oro, Rawson; mientras que en Chimbas un grupo de damnificados intentó ingresar a una escuela en reclamo de casas, entre los casos más complejos.

Al cierre de esta edición, con la mejora del clima, la asistencia social e incluso el bombeo de agua de las zonas inundadas, algunos damnificados regresaban a sus casas.

Por otro lado, decenas de calles colapsaron por el agua que se desbordó de las cunetas y la Feria Municipal de la Capital sufrió anegamientos en varios sectores de su predio, que afectó el normal desarrollo de la actividad comercial.

A su vez, las rutas 40, al Norte y al Sur; la 141 de Caucete a La Rioja; la 20 en el límite con San Luis; y la 149 en Calingasta estuvieron afectadas por bajada de crecientes y en los badenes hubo acumulación de agua pero no quedaron interrumpidas, informó Vialidad Nacional. La ruta que sí quedó cortada fue la 318, en Sarmiento, por el agua en los badenes.

Al cierre de esta edición se esperaban nuevas lluvias y el Ministerio de Gobierno emitió un alerta, pero para hoy el Servicio Meteorológico Nacional pronosticó cielo parcialmente nublado y una temperatura máxima de 31 grados.