El idioma del amor es el diálogo, más ese tranquilo y armonioso no el violento y que se da a gritos. Estar discutiendo de manera frecuente nos va alejando poco a poco del amor, ya que se va perdiendo el respeto y la tolerancia que deben de existir en todas las relaciones.
Si queremos que el amor siga intacto, debemos de expresar lo que sentimos de manera apropiada, crear un vínculo sano de comunicación en donde aprendamos a escuchar y prestar atención a lo que el otro nos diga. Respetar sus opiniones y no querer poner las nuestras por encima de las de ella/él.
No debemos olvidar que el objetivo de dialogar es que se lleguen a acuerdos que beneficien a ambos. Y el respeto debe de ser indispensable, antes que los gritos y la violencia, esta última sólo es el resultado de la ignorancia y la falta de creatividad para resolver cualquier conflicto.