Chicos vulnerables

Señor director:


Los adolescentes de esta generación son muy vulnerables emocionalmente, hasta el punto de que se derrumban ante cualquier contrariedad. La psiquiatra Lori Gottlieb afirma que son indecisos y miedosos. En un riguroso estudio comprobó que el problema proviene de padres demasiado pendientes y apegados a sus hijos, que, al protegerlos excesivamente, no les dan la oportunidad de afrontar las dificultades por sí mismos y de desarrollar así la tolerancia a la frustración y la resiliencia. Estos padres hicieron sentirse a sus hijos muy "especiales'' y "únicos'', infundiéndoles un sentido exagerado del "yo'', que les eximía del esfuerzo. Barry Schwartz, psicólogo del Swartmore College en Estados Unidos, afirma que hoy los padres tienen miedo al sufrimiento de los hijos. Para que no sufran, los sobreprotegen y miman en exceso. Crean así el "Síndrome del niño consentido'', con un nivel de tolerancia a la frustración muy bajo, debido a que no pueden soportar una negación o que se les contradiga. Los niños consentidos crecen con una falsa autoestima. La falta de "entrenamiento'' en afrontar dificultades por sí mismos, los hace inseguros y desvalidos. No son capaces de adaptarse positivamente a situaciones adversas: carecen de resiliencia, un término tomado de la resistencia de los materiales que se doblan sin romperse para recuperar la situación o forma original.
 
 

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