Hipocresía y golpismo

El espíritu destituyente del kirchnerismo comenzó con el no reconocimiento por parte de CFK y sus seguidores, el triunfo de Mauricio Macri en las elecciones presidenciales de 2015. Además del desprecio a las instituciones, con la negativa a entregar los atributos constitucionales al mandatario electo, el 10 de diciembre de 2015. A partir del 2016 comenzó una campaña solapada, manejada por los intendentes del Gran Buenos Aires, con la participación de los punteros partidarios. Por su parte, la izquierda vetusta se acopló a este modo de movilización y agregó su propia violencia.


Reconozco que el actual gobierno ha cometido grandes errores. Pero tiene la virtud de dar marcha atrás al reconocerlos, no como en los 12 años de Néstor y Cristina Kirchner, a los cuales no se podía contradecir. Gozaron de impunidad para el saqueo amparándose en un sistema judicial inoperante, un Congreso que fue "escribanía'' y una red de gobernadores, intendentes y sindicalistas sometidos por el dinero y la fusta. Cierto periodismo "K'' apoyado por dirigentes sociales (Grosso, Menéndez, Marino) al igual que ONGs de Derechos Humanos (DD.HH.) trataron de ponerle muertos al gobierno como el caso Maldonado que fue endilgado a la Gendarmería. Finalmente, luego del informe de 55 peritos de ambas partes, terminó siendo un triste caso de ahogamiento. 


Existe un grupo de periodistas como Viale, Gelblung, Iúdica y Del Moro traen a sus programas personajes impresentables como Segovia (subtes), García (ex-Télam), Godoy (ATE), Marino (piquetero), Moreno (ex-INDEC), Paz (concejal de La Plata), Moyano y muchos más. Ahí aparece la hipocresía de que hablaba al inicio: todos se juramentan que no desean voltear al gobierno, que no son golpistas, pero que sería bueno adelantar las elecciones, que vamos a caer en el precipicio, que aumentó la miseria, que Macri desea "rajarse''. Pero el genuflexo más destacado, gusano, provocador, insultante y maleducado es Diego Brancatelli. Llegó a decirle a un periodista de Neuquén perseguido por los "K'', que si vota a Mauricio Macri, otra vez en 2019 comete un acto de maldad. Respeto a la prensa libre, pero amparándose en la libertad de expresión, estos nombrados no pueden insultar y agraviar a la institución presidencial. 


Me pregunto si desde el 2003 hasta el 2015 abrieron sus fauces para criticar y/o denunciar a la banda de delincuentes que arrasó el país. Los miles de millones de dólares que se "esfumaron'' son los que ahora faltan. Los partidarios K deben darse cuenta que el hambre y desocupación fueron causados por los 12 años de tierra arrasada.
 

Lo último