Riqueza cultural de Iglesia

Viajar hacia el departamento de Iglesia por la atractiva ruta 436 es ingresar a un mundo "mágico - cultural'', desde el punto de vista que se lo mire: histórico, geográfico, arqueológico y religioso. En este último sentido, lo predominante es el sincretismo, o sea la síntesis de dos creencias. Lo que se traduce en un capital patrimonial (tangible e intangible) inestimable. Estas cualidades únicas, se relacionan con la actividad turística y recreacional.

La capilla en honor a la Virgen del Carmen forma parte del patrimonio
arquitectónico de la Argentina.


Iglesia tiene un conjunto edilicio cuya característica preponderante son las construcciones de adobe, hechos con tierra del lugar. Las edificaciones conservan un estilo arquitectónico antiquísimo, que nos permite, con algo de imaginación, realizar un viaje al pasado, o figurarse cómo era aquel San Juan, antes del terremoto de 1944.


Perviven estas construcciones por varios motivos. Uno tiene que ver que no fueron afectadas por los violentos sismos que azotaron a la provincia. Si bien el terremoto de 1894 afectó a esta zona, una gran cantidad de viviendas soportaron el terremoto. Después de esto, los sismos de 1944 y siguientes, no perjudicaron esta área geográfica. Además adicionaría otro motivo de índole cultural. Esto es que, la gente del lugar, por tradición, preserva este tipo de arquitectura.

La Capilla de Achango es un atractivo turístico que merece ser más promocionado.

Una de las construcciones más representativas son las tapias. Muy sanjuaninas, pero en Iglesia están aún "vivas''. Según algunos iglesianos, sólo se necesitaba tierra para hacer el barro, "algo de monte, como la jarilla o la paja'', para darle firmeza y que no se agrietara. Luego, preferentemente con maderas o tablas finas de álamo se las apuntalaba, hasta que tomaran resistencia.


En el tema de templos por supuesto que sobresale la Capilla de Achango, en honor a la Virgen del Carmen. Esta es una edificación emblemática dentro del patrimonio arquitectónico argentino, declarándose "Monumento Histórico Nacional'' fue construida por los jesuitas en 1655. Sin embargo, el edificio actual es de 1787. Sus paredes son de barro tienen casi un metro de espesor y están revocadas con abono de cabra y tierra amasada. Es un ejemplo modelo de aquella antiquísima arquitectura de adobes con sus llamativos detalles edilicios como esos muros que alcanzan un espesor de casi de un metro, o su techo de doble pendiente, esa especie de campanario que posee, o el particular piso. A todos estos rasgos o detalles edilicios, hay que adicionarle la imaginería religiosa y el valor que tiene su fiesta patronal como patrimonio etnográfico.


Otra construcción que atrapa la atención del turista atento, se ubica en el distrito de Las Flores. Se trata de un viejo palomar, cercano a la vivienda de la familia Barrios. Esto es cuando realicé una suerte de relevamiento, junto a un conjunto de casonas de adobe, que se conservan sin reformas.


Largo sería reseñar otras construcciones, sin contar los sitios arqueológicos, únicos en el mundo, la destreza de las tejedoras de Maipirinque y las comidas típicas.


Por último, el patrimonio intangible mencionado es único, como la veneración a la Virgen del Rosario de Andacollo, símbolo religioso dominante en la zona andina, junto a la cantidad de leyendas, mitos o pretéritas tradiciones o usanzas que preserva el hombre iglesiano.

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