Sarmiento, siempre vigente

Septiembre, mes especial para recordar al visionario pero sobretodo maestro, al cumplirse los 150 años de su presidencia Domingo F Sarmiento, hombre de acción y de pensamiento. Un apasionado por la educación, cuyas herramientas fueron sus ideas, su taller, la educación. Desde su juventud, vio claramente el panorama del país y se alistó en la corriente del progreso y la civilización. Su naturaleza, independiente de lo que creía justo sin dobleces ni engaños. Desde estos principios se extendió su pensamiento social dentro del contexto de su tiempo. Su legado fue haber pensado en la educación como solución a los problemas argentinos.


Supo jerarquizar y apoyar una de sus importantes instituciones, la escuela. Escuela, que hace tiempo está lejos de ser el mecanismo igualador, capaz de promover un futuro a partir del propio esfuerzo. Receptora de problemas sociales provocados por múltiples causas, trayendo aparejado la repitencia, el desgranamiento, y el abandono. Una sociedad desencantada, la educación en crisis, universidades colapsadas.


Conocemos que muchos países salieron de su pobreza invirtiendo en educación. ¿Qué nos pasó? Sarmiento, tenía políticas educativas. Fue el productor moderno de políticas de lectura escolar, un adelantado de su tiempo. Para él la lectura se enmarcaba en un proyecto político, destinado a una sociedad en plena formación que debía ser educada. Él expresaba "un diario, constituye la expresión de las ideas, sentimientos y necesidades de un pueblo''. En este sentido, la función social de la prensa escrita contribuía a reforzar el hábito lector en la sociedad. Consideraba que leer cotidianamente, se trasladaría al ámbito escolar. Esta valoración de la prensa en la sociedad moderna, está íntimamente relacionada con la promoción de la lectura y la formación de lectores. En su libro "Recuerdos de Provincia'', su obra genial, decía: "A los niños sólo debe enseñárseles aquello que eleva el corazón , contiene las pasiones y los prepara a entrenar en la sociedad. Todo se aprende leyendo.


Supo ubicar junto a la educación, la tecnología y la ciencia en el centro de la escena, a fin de transformar la Argentina. Hoy, turbulenta y desbordada con ajustes en Ciencia y Técnica. Sarmiento expandió siempre dentro de políticas educativas una reforma cualitativa.


Introduce en los currículos la enseñanza de la geografía, historia y matemáticas. Pero también deseaba dotar a la escuela con la facultad de formación moral, como garantía para la república y la formación de sus integrantes. En su libro "Educación Popular'' compendio educativo, en donde nos quedamos perplejos ante sus conceptos cuando decía: "Nuestras escuelas, deben ser construidas de manera que sea un espectáculo, obrando diariamente sobre el espíritu de los niños, eduque su gusto, su físico y sus inclinaciones.

Sarmiento expresaba "un diario, constituye la expresión de las ideas, sentimientos y necesidades de un pueblo.'' 


Hoy, mucho dista esto desde la perspectiva actual en educación. Uno de los aspectos más interesantes de su obra, fueron las observaciones respecto a la necesidad de formar maestros en un ambiente que fortalezca los valores en cuanto a educación, para convertirse en apóstol de la enseñanza. Si observamos hoy la figura del maestro, no es como Sarmiento anhelaba, su rol está desprestigiado por la sociedad. Es urgente la necesidad de jerarquizar su labor y revalorízarla, como agente de cambio, junto a la familia.

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