Un lugar más destacado para la olivicultura argentina

La Argentina ocupa actualmente un destacado lugar dentro de los países productores y exportadores olivícolas gracias a los volúmenes de producción y a la calidad de sus derivados. No obstante el buen momento que está pasando este sector, es necesario que las autoridades nacionales no lo descuiden y le ofrezcan todo el apoyo posible, al igual que otras actividades de la agroindustria como la vitivinicultura.

El hecho de que la olivicultura argentina haya logrado niveles de exportación de aceites y aceitunas que la colocan en primer lugar entre los países de América y en el quinto o sexto puesto a nivel mundial, debe servir de aliciente para que el sector reciba todo el apoyo en busca de seguir avanzando en las exportaciones. El sector está empeñosamente trabajando para que los 200 millones de dólares comercializados el año pasado se vean incrementado esta temporada, pero para ello se requiere que el esquema exportador no actúe en contra de este objetivo y, que por el contrario, contribuya a facilitar la salida y colocación de este producto en tradicionales y nuevos mercados. 


No se puede desaprovechar que nuestra olivicultura se haya posicionado en uno de los primeros lugares fuera de la cuenca del Mediterráneo, gracias a su calidad, y que esta actividad no esté en la consideración de las autoridades que tienen en sus manos los destinos de la agroindustria nacional.
La calidad de la olivicultura que distingue a la Argentina está dada por la producción de aceite de oliva, aceituna de mesa, cosméticos elaborados con aceite de oliva, combustibles de biomasa derivados del cultivo del olivar o de la fabricación de aceite, e inclusive las artesanías de madera de olivo.


En relación a los aceites se distinguen los virgen extra, virgen, lampante y refinado + virgen.
El objetivo del sector de mejorar los niveles de exportación de mercados como Brasil, EEUU y España e incursionar en nuevos requiere de la ejecutividad de los sectores públicos y privados, en busca de mejorar la infraestructura y logística.


Para ganar nuevos mercados, hay que mejorar diversos aspectos vinculados a la promoción de las exportaciones, y aprovechar la diversidad de aromas y sabores que tienen los productos olivícolas locales, que se adaptan a la particularidad de los distintos países o zonas de consumo.


Hay que reconocer que desde el área oficial hubo varias gestiones para promover la actividad, pero queda por potenciar la marca "Olivicultura Argentina'' y dar mayor protagonismo a "la mesa de competitividad de la cadena del olivo''.


Dentro del objetivo de mejorar las condiciones para incrementar las exportaciones olivícolas, Diego Dumont, vicepresidente de Cacesfe (Cámara de Comercio Exterior de Santa Fe) sostuvo que entre tantas medidas que se han tomado en estos últimos años para promover las ventas al exterior se ha pasado por alto una herramienta que se destaca por constituir la columna vertebral de un país que quiere exportar y que se está desaprovechando. Se refiere a la ley 23.101, promovida por el expresidente Raúl Alfonsín hace ya 35 años. Esta norma, otorga a las ventas al exterior de una plataforma legal de respaldo, en la que el eje central son las economías regionales y las pymex (pequeñas y medianas empresas exportadoras) de capitales nacionales.


La legislación de referencia, que no se está aplicando a pesar de estar en vigencia, requiere en la opinión de los especialistas su reglamentación y luego adaptarla complementándola con otras medidas. Se aconseja reflotarla por tratarse de una ley muy simple que busca el beneficio de quienes realizan esfuerzos para aumentar sus exportaciones bajo la consigna de que exportar no debe ser para las empresas solo una oportunidad coyuntural, sino una razón de ser invariable en el tiempo.


Con esta norma, la olivicultura, como otras actividades similares, podrían alcanzar el desarrollo que se anhela, teniendo en cuenta que es una fuente genuina de empleo y divisas, algo que en estos momentos es de fundamental importancia dentro de las necesidades que tiene el país en el aspecto laboral y de fortalecimiento de su economía.
 

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