La casa volvió a la vida

Artistas y espectadores se reencontraron para celebrar los 40 años del espacio cultural sanjuanino.

CON UNA RESTAURACIÓN de las instalaciones y mejoras edilicias, el Teatro Sarmiento quedó reinaugurado y con una función especial de teatro, danza y música, el público asistió para celebrar el 40º aniversario de su creación.

FOTOS Daniel Arias

Uno de los momentos esperados por parte de la comunidad artística sanjuanina se hizo realidad. Finalmente, después de varios meses de refacciones y mejoras, el Teatro Sarmiento abrió sus puertas al público y tal acontecimiento, sirvió para celebrar también los 40 años de vida de este complejo cultural. Aunque no lograron ocupar todas las butacas, los plateístas locales -estuvieron presentes también autoridades del Ministerio de Turismo y Cultura- respondieron de manera positiva a las intervenciones performáticas de danza, teatro y arte circense, propuestas en la función especial y gratuita de anoche. El espectáculo tuvo una pequeña cuota de solemnidad, pero al mismo tiempo, mucha cercanía e interacción con los espectadores generada por los propios artistas. La idea que sea el público una parte esencial del show, se sostuvo de principio a fin. Incluso antes de ingresar al espacio, minutos antes de la hora programada, se encontraban el actor Emiliano Voiro, la bailarina Agustina Giménez, la soprano Milagro Naciff y varios artistas circenses para recibir a los visitantes en las escalinatas de acceso y animar la previa. En el hall, ocurrió algo similar cuando varios bailarines y actores daban la bienvenida con gestos galantes y mucha pleitesía. 


Cuando todo estaba listo para arrancar, ocurrió algo inesperado para todos los presentes. Una falla eléctrica dejó a oscuras todo el teatro. Rápido de reflejos y con mucha serenidad, los cantantes de Nuvox sostuvieron ese incómodo momento con mucha altura e interpretaron a capella varios temas de su repertorio. El público reaccionó con mucha empatía y los acompañó con las linternas de sus celulares, iluminando a los protagonistas, logrando así un efecto intimista que vino oportuno para la ocasión. En el medio, hubo algunos discursos y parlamentos por parte del actor Silvio Guevara, interpretando fragmentos de Libertango de Astor Piazzolla. Cuando el público pidió un bis más para escuchar a Nuvox, los vocalistas entonaron "Aleluya" y en ese momento, milagrosamente, la energía se reestableció permitiendo que las luces de la sala volvieran a encenderse. Ello despertó la admiración y el aplauso de la platea. La accidentada situación fue superada y el show continuó su curso normalmente. Al cierre de esta edición, faltaba la actuación de Rosita Yunes, que fue pensada para brindar una emotiva sorpresa y poner el broche de oro al encuentro.

 

Bailarines de diferentes grupos y elencos locales, realizaron intervenciones en todos los espacios de la sala, invitando y dando la bienvenida a los espectadores. Algunos vestidos con trajes tradicionales, otros con un estilo más contemporáneo o clásico. La idea fue crear un clima de disfrute estético que invite a vivir una experiencia agradable.

Emiliano Voiro animaba a los espectadores que hacían fila en la entrada del teatro.
Milagros Nasiff, hizo una intervención lírica y demostró la potencia de su voz como soprano.
Nuvox dio una actuación destacada. Al momento de afrontar el apagón repentino que tuvo la sala, cantaron a capella y animaron gran parte del show y pudieron sobrellevar la situación con soltura.
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