Un repaso por la obra de Don Ata

Tierra que Anda, la exposición que se inauguró el año pasado en el Centro Cultural Néstor Kirchner (CCK) en memoria de Atahualpa Yupanqui, aterrizará en San Juan para instalarse en el Auditorio J. Victoria, el martes 11 del corriente a la 20.30 (ver aparte). Para su debut en la provincia, estará presente el menor de sus 5 hijos y el único vivo, Roberto Koya Chavero, que ofrecerá un concierto gratuito acompañado de artistas locales.


"La idea surgió para celebrar los 110 años que hubiese cumplido el 31 de enero pasado; por eso, desde julio de 2017, hay una muestra fija en el CCK. Debido a la repercusión, se prolongó y decidimos hacer una itinerante". Con estas palabras, Roberto comentó a DIARIO DE CUYO el motivo de este recorrido destinado a homenajear la prolífica carrera de quien lleva no sólo apellido, sino también el nombre.


Considerado el máximo exponente del folclore argentino, Don Ata (fallecido a los 88 años, el 23 de mayo de 1992 en Francia) "siempre fue un pensador de la vida, reflexionó sobre la existencia y lo que hizo fue expresarlo en canciones, en coplas, en poemas y versos", relató como presidente de la Fundación Atahualpa Yupanqui, desde sus inicios en 1987.


"La Fundación propició esta muestra. Es importante que la palabra de mi padre, su arte y su pensamiento, gire por el país para los jóvenes que conocen poco de él o sólo escucharon su nombre. Creemos que su obra es fundamental en la cultura nacional y por ese motivo la divulgamos", relató acerca de la exhibición que traerá piezas que forman parte del museo emplazado en Cerro Colorado (Córdoba), en su antigüedad, propiedad de descanso a la que el referente bautizó Agua Escondida.

"Mi padre tenía muchos premios guardados en roperos porque no tenía dónde tenerlos en su departamento. Así, hace 29 años surgió la propuesta de donar la casa a la fundación para hacerla museo y albergar todas sus cosas, mi hijo Emiliano es el encargado", destacó el hijo que el artífice de éxitos como Camino del indio, Los ejes de mi carreta y Luna tucumana, tuvo con Antonietta Paule Pepin-Fitzpatrick, segunda y última esposa y cocompositora de algunas de sus canciones.


¿Las joyitas de la colección? Unas espuelas y un facón que Atahualpa guardó entre los preciados recuerdos de su padre, muerto cuando era un jovencito. Un mate y una pava, objetos entrañables para Roberto, ya que le recuerdan "cuando se sentaba a matear con mi madre, en el invierno, en la cocina; y, en las noches, del lado del muro que daba sobre el Río Colorado con esos braseros de hierro fundido", como evocó. Asimismo, se podrá ver la máquina de escribir, libros primera edición, partituras y tapas de discos.

'Pretendemos transmitir la visión de la vida, del mundo y del hombre que tenía él. Yo lo tengo siempre presente. Le agradezco lo que intentó enseñarme, lo que aprendí de él y básicamente su obra, que me ayuda a pensar, a ver el mundo con la mirada que adquirí de niño en Cerro Colorado hasta que murió; fui el único que estuvo con él y que se hizo cargo de la difusión de su obra", reflexionó el también cantautor, a más de un cuarto de siglo después de la muerte de Yupanqui, cuya obra sigue vigente.

Padre e hijo. En la foto, el recordado músico, escritor y guitarrista. De pie, Roberto, su hijo.



Dato


La muestra podrá recorrerse del martes 11 al 30 de septiembre, de 9 a 20,30. La entrada será gratuita.

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