Otro sistema, el mismo final

Ante Ferro se vio la versión sin enganche, hubo más juego, pero sigue sin ganar.

El presente de San Martín excede mucho más allá de si jugar con enlace o no, de poner tres o cuatro en el fondo, de si tener mayor marca en el medio, incluso el manual de Franco de tres delanteros no es la cuestión a resolver. Porque pese a que ante Ferro apostó por el 4-3-3 y el equipo mejoró notoriamente, el resultado final fue el mismo: no ganó.

Si hay algo que se repite y es la cantidad de opciones de gol que genera independientemente del esquema que utilice. Pero sigue fallando en el tiro del final y allí es donde hay que mejorar para ser certeros y cambiar la cabeza de un plantel golpeado. Ante Ferro, en la derrota del sábado, hubo 7 opciones netas y ningún festejo. La fecha anterior ante la CAI (2-2), el arranque del complemento tuvo mucha acción en el área de los chubutenses, y el mismo desenlace que frente al conjunto de Caballito.

Este San Martín cuando juega con enganche es más pensante, pero a la vez le da tiempo al rival para acomodarse y busca mayormente penetrar por el medio, mientras que con tres volantes como el sábado, con otras características, resulta más batallador y por momentos profundo porque abre la cancha y desborda.

Ante Ferro, Alderete impuso el orden y la recuperación, y tuvo en David Drocco y Ezequiel Videla a dos laderos para apoyarlo, darle equilibrio en esa zona y crear. Con el 4-2-1-3 todo eso se ve limitado porque la cantidad de hombres para hacerlo es menor y el resto (de mitad para arriba) no tiene esas virtudes para complementarse.

Sólo queda ver en algún momento si intenta desde el inicio con tres volantes y un enganche (lo que le falta probar), pero para ello Franco deberá salirse de su teoría y parece muy difícil imaginarse un San Martín con dos delanteros.

En esa zona la falta de eficacia los condiciona y ya no pasa por una cuestión de nombres, sino que psicológicamente el equipo viene golpeado en ese sentido y eso termina repercutiendo cuando pisa el área rival: Más claro, liga pero erra, ya que la cabeza va más rápido que los pies por una necesidad lógica. Y una cosa va de la mano con la otra.

Mientras que en el fondo con tres ya se comprobó que es algo "suicida', que con cuatro es la mejor alternativa y la repitió, pero lo siguen sorprendiendo a las espaldas de los laterales y los centrales no tiene la rapidez física, pero si mental, para cubrir esos huecos y allí el rival saca provecho.

Liga, fortuna, suerte, es lo que le hace falta a este equipo para volver a ser protagonista y no seguir cediendo terreno y que los de arriba no se escapen. Ante Ferro recuperó parte de su estigma luego de dos juegos para el olvido, y si bien el sistema terminó influyendo para ello, mientras no gane (como sea), de nada servirá jugar con diferentes dibujos porque a los esquemas hay que acunarlos con triunfos y las pruebas están a la vista.
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