San Martín no pudo remontarlo

Huracán no perdonó nada en Concepción y terminó con el invicto.

El duelo. Martín Bravo, el goleador de San Martín y uno de los artilleros de la Superliga, encara a Federico Mancinelli en la gélida noche de Concepción. San Martín sintió demasiado la expulsión de Gelabert y también su falta de contundencia ante Huracán que no le perdonó nada.

En el fútbol, la contundencia tiene precio. Y en momentos de cotizaciones, San Martín pagó demasiado caro su falta de capacidad para convertir ante un Huracán que fue su contracara y que capitalizó todo lo que tuvo a su favor. Fue condena para San Martín que en una noche fría se quedó sin invicto, sin puntos pero con la imagen que por este camino, tiene más para ganar que para perder. Fue derrota por 2-1 pero con el consuelo de que tal vez sin dar la ventaja de tener uno menos por la expulsión de Gelabert, otra pudo ser la historia. Aunque en el fútbol, los partidos se ganan con goles.

Fue muy bueno el comienzo de San Martín. A los 10" de juego ya tenía pelota, iniciativa y llegadas. Especialmente con Nazareno Solis que por izquierda hacía desastres. Llegó profundo, casi lo tocan para penal pero ese era el camino. Era el libreto que San Martín quería ejecutar pero a los 21" sorpresivamente y a pura contundencia, Huracán lo castigó feo. Fue el primer cachetazo porque Roa, Garro y Chávez tocaron de primera, abrieron el camino y el ex Boca puso el 1-0 ante la impotencia de Ardente. Era prueba de carácter y San Martín tendría que empezar a saldarla porque a los 23" nada menos que Gelabert se fue expulsado. Parecía que se desordenaba todo en el Verdinegro pero lejos de eso, el equipo de Coyette se reacomodó mejor. Se cerró bien Cristaldo con Mosca en el medio y empezó el mejor momento futbolístico de San Martín en toda la noche. Tanto que a los 29" tuvo que aparecer Martín Bravo para poner el merecido 1-1 en Concepción. Desde ahí, San Martín manejó la pelota y las opciones pero para su condena no supo resolver lo que generó. Eso, más tarde tendría el costo más alto de todo porque sobre el final del primer tiempo, Huracán le mostró cómo se define un partido cuando Araujo definió otra gran jugada asociada entre Roa, Garro y Chavez que tocaron de primera y abrieron el camino para el inmerecido segundo gol del Globito.

En el complemento, San Martín volvió a ser la apuesta generosa y audaz de este ciclo. Coyette empezó a cambiar. Se quedó con línea de tres y si bien insistió en atacar a Huracán ahora ya no tuvo la misma lucidez que en el tramo final del primer tiempo. El Verdinegro iba pero sin peso, atacaba pero sin lastimar. Y Huracán entendió que podía hacer pesar ese jugador de más que tenía. Tocó, buscó espacios y complicó con las contras. En esas, apareció la dimensión enorme de Ardente para sostener la ilusión del empate. Igualdad que pudo ser casi sobre el final del partido cuando Facundo Erpen cabeceó al segundo palo un centro de Cardozo pero Marcos Díaz en gran atajada la sacó al córner. El alto costo ya estaba pagado para San Martín. En su momento no lo resolvió y fue condena.

 

44 San Martín tendrá un receso por la fecha FIFA y recién jugará el 16 de septiembre.

Bravo volvió para el gol

Cuatro partidos, tres goles. Señales de un regreso exitoso para Martín Bravo que es hoy por hoy la carta goleadora de un San Martín que venía dulce en la Superliga y que de pronto se quedó sin nada sin merecerlo ante un Huracán que fue pura contundencia para vencerlo. Bravo empató el juego en la mitad del primer tiempo y luego fue perdiendo protagonismo a medida que faltaban piernas en el complemento. Pero de todas formas, terminó siendo otra vez la figura de un equipo que siempre arriesga y le ofrece oportunidades de gol.

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