Dolor de garganta: qué lo provoca y cómo aliviarlo

El aire frío no es el único factor que puede desencadenar esta molestia tan común. A veces hay otras causas.

El dolor de garganta es una molestia frecuente durante esta época del año. Pero el aire frío no es el único factor que puede desencadenar esta molestia tan común. A veces hay otras causas que desatan este síntoma que es tan fácil de identificar: se manifiesta al tragar y se siente áspera la zona interna que va desde el paladar al esófago y, en ocasiones, incluso se extiende a los oídos y a una congestión en toda el área de la boca y la nariz.

Para comprender bien a qué se debe el dolor de garganta que, en términos médicos, se llama "faringitis" y se refiere a la inflamación de la faringe, el doctor Juan Razzeti, médico especialista en otorrinolaringología del Hospital Italiano de Buenos Aires brinda una serie de explicaciones y orientaciones.

Cómo es la garganta

Anatómicamente la garganta está en la parte delantera del cuello y se la llama faringe. Es el conducto por el que pasa el bolo alimenticio y el aire inspirado. Está dividida en tres regiones: la rinofaringe, que está escondida detrás de la nariz y no se ve a simple vista; la orofaringe que es la que está expuesta a la vista del médico (y el paciente puede verla situándose frente al espejo con la boca abierta) y la hipofaringe o laringofaringe que no está a la vista y hay que observarla mediante métodos indirectos.

La faringitis o faringoamigdalitis infecciosa

La faringitis por infección bacteriana generalmente viene con dolor de garganta, acompañada de un cuadro general de síntomas y malestar: alta temperatura corporal (fiebre o febrícula mayor a 37º) y decaimiento y al examinar la garganta abriendo la boca e iluminando con una linterna, la faringe se ve más enrojecida de lo habitual. Si bien se puede ver una faringe roja o con placas bacterianas a nivel de las amígdalas (dos masas de tejido que se ubican en la zona posterior de la garganta), la única manera de detectarla es hacer un diagnóstico diferencial.

Es importante distinguir si se trata de una faringitis infecciosa con presencia de placas bacterianas al nivel de las amígdalas o de una faringitis viral.

¿Cómo se hace la tan necesaria distinción? Hay un único modo de poder diagnosticar con certeza cuál es el caso. Es el test de laboratorio conocido como exudado de fauces o hisopado, que consiste en realizar un cultivo de las bacterias para determinar si hay presencia de estreptococos. Sólo con este test, si da resultado positivo, se puede concluir que el dolor de garganta se origina en una faringitis de origen bacteriano y sólo entonces se deben tomar antibióticos para eliminar dichas bacterias del organismo y resolver el dolor de garganta.

Faringitis viral

Cuando el test de exudado de fauces arroja resultado negativo, lo cual indica que no se trata de una faringitis estreptocócica ( también podés escuchar que te hablan de faringitis bacteriana o faringoamigdalitis infecciosa), entonces estamos en presencia de una faringitis viral. Esto no significa que estás bien o que no tenés nada. Lo que tenés es un virus y el tratamiento es esperar a que se vaya, mientras que lo que se busca es aliviar el síntoma de dolor e inflamación con analgésicos (ibuprofeno o paracemol) y la congestión, con aire húmedo (vapor o nebulizaciones con suero fisiológico).

Catarro de vía aérea superior (resfrío)

Otro motivo no infeccioso por el que puede doler la garganta es cuando el síntoma forma parte de un carro de vía aérea superior, lo que llamamos habitualmente, resfrío. Ese resfrío o catarro no solo inflama la garganta, sino que la persona afectada respira por la boca abierta,entonces el aire que entra no se calienta, ni se humedece, ni se filtra; entra directo a través de la garganta irritándola, secándola y provocando la sensación de la garganta inflamada, dolorosa, etc. Generalmente este cuadro se trata con analgésicos comunes como ibuprofeno o paracetamol. Y mientras se espera que pase el resfrío, es importante mantener la nariz destapada, para lo cual ayudan las nebulizaciones con suero fisiológico, los sprays nasales de solución salina y mantener húmedos los ambientes con vaporizadores, especialmente cuando están calefaccionados.

Faringitis por reflujo gastroesofágico

Este es otro motivo por el que puede doler la garganta. Se trata de una irritación de la zona, no infecciosa, que puede producirse porque reflujo gastroesofágico, es decir, que el ácido estomacal sube por el esófago y llega a la faringe. Generalmente esto ocurre de noche. Y la persona afectada, a la mañana, se levanta con dolor de garganta, carraspera y sequedad. En esos casos el examen faríngeo que haga el otorrinolaringólogo puede revelar algunos datos que hacen sospechar esta afección y entonces va a involucrar o a derivar al gastroenterólogo en el equipo tratante. Habitualmente el tratamiento para este caso consiste en tomar medicación antirreflujo.

Qué hacer cuando aparece el dolor de garganta

1. Consultar en la guardia médica u hospitalaria para saber si se trata de faringitis infecciosa o irritativa. Si el dolor es reiterado, conviene acudir a un centro de otorrinolaringología.

2. Si fue indicado tratamiento con antibióticos completar el ciclo de la medicación en los horarios indicados, aun después de que desaparezcan los síntomas (generalmente los antibióticos se toman durante una semana).

3. No automedicarse antibióticos por ningún motivo.

4. Para aliviar el dolor se puede tomar analgésicos de venta libre como paracetamol o ibuprofeno y consumirlos en las dosis indicadas para edad y peso (corroborar con el farmacéutico); no hacerlo por no más de 2 días. Sin embargo, la consulta con el médico siempre es la opción más segura.

5. Tés calientes en caso de resfrío, bebidas frías en caso de mucha inflamación y dolor, infusión de jengibre, gárgaras con colutorios o buches con bicarbonato de sodio son opciones que pueden ayudar a aliviar los síntomas. Pero estas acciones no reemplazan a la consulta con el médico.

Fuente: La Nación

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