El Arzobispo dijo que por primera vez separa a un cura acusado de abuso

Jorge Lozano comentó que la denuncia causó dolor, pero igual actuó rápido.

En Angaco. Walter Bustos (a la izquierda) es uno de los sacerdotes de la Parroquia de Angaco. Participó de varias actividades públicas.

El caso del padre Walter Bustos, que fue denunciado por abuso a un sobrino de 15 años, conmocionó a toda la comunidad. En ese contexto, el arzobispo Jorge Lozano rompió el silencio y habló sobre el tema. Dijo que la denuncia los tomó de sorpresa, pero que de igual manera actuaron rápidamente como lo establecen las leyes católicas. "Es la primera vez que me toca tomar este tipo de decisión. A la noticia la tomé con mucho dolor y preocupación. En estos casos tenemos un protocolo para seguir y es todo muy claro, por eso no dudé en qué hacer. Lo que me dio más preocupación fue considerar la situación en sí misma", dijo Lozano. Bustos, que no puede tener actividades eclesiásticas hasta que se resuelva el caso, fue denunciado por el padre de la víctima, que tiene 14 años. Actualmente el caso está judicializado (ver aparte).

Aún conmocionado por la denuncia de Bustos, Lozano dijo que antes de la separación de la Iglesia, habló con el sacerdote que se desempeñaba en Angaco. "Él está conmovido y dolorido. Es algo que sucede en el ámbito familiar, donde él tiene un vínculo de mucho cariño", dijo y agregó que están a disposición de la Justicia.

Sobre el procedimiento, Lozano comentó que ellos siguieron los pasos que establecen las normas de la Iglesia. "Lo que estamos haciendo es seguir los pasos que establecen el Derecho Canónico, las orientaciones del Vaticano y la propia Conferencia Episcopal. En cuanto tenemos una noticia radicada con formalidad debemos tomar esta decisión -de separar al sacerdote-. No se trata de un chisme sino de una denuncia hecha, en este caso en el ámbito judicial. Si se hubiera hecho en el ámbito de la curia también hubiéramos tomado el mismo procedimiento", dijo y agregó que ellos también iniciarán una investigación para saber qué sucederá con Bustos.

Cuando se conoció la noticia, en las redes los comentarios hablaron del celibato y la influencia en los abusos sexuales, pero Lozano desestimó estas opiniones. "En San Juan hay cerca de 40 abusos por mes y ninguno es de personas célibes. La mayoría de los abusadores son personas que tienen o tuvieron vida de pareja", agregó.


Dolor y tranquilidad en la curia local

La denuncia de Bustos no sólo conmocionó a las autoridades de la Iglesia Católica de San Juan. Los sacerdotes de la provincia también se mostraron doloridos por esta situación que los pone en tela de juicio. DIARIO DE CUYO charló con algunos religiosos quienes a pesar de mostrarse tristes por esta noticia, dijeron que estaban tranquilos porque Lozano tomó la decisión que correspondía, en tiempo y forma. Todos dijeron que la "transparencia" con la que se tocó el tema los dejó satisfechos.

"Uno escucha que en otros países hay muchas denuncias y piensa que eso nunca nos va a pasar, pero de pronto sucede cerca. Nos duele mucho y al pueblo también, pero se hizo lo que correspondía", dijo Francisco "Paquito" Fernández, sacerdote de la Parroquia Divino Salvador y comentó que los más conmocionados son los jóvenes ya que Bustos siempre estuvo vinculado a los movimientos de la juventud.

Por su parte, el padre Daniel Sebastian, de Nuestra Señora de Andacollo de la Bebida, dijo que el procedimiento que llevó a cabo el Arzobispo fue el correcto. "Ahora sólo hay que esperar para que se sepa la verdad. Hay dos partes que cuidar y hay dos partes por las que hay que rezar: la víctima y el victimario. Hay que tomar más recaudos en el compromiso social, la subjetividad de estos momentos es muy alta. En la vida hospitalaria -por ejemplo- veo que uno a veces quiere hacer un buen gesto, pero lo toman a mal", dijo el sacerdote. Mientras que Víctor Hugo Gallardo, párroco de Cristo Rey de Caucete, dijo: "Me conmueve y me duele. A Walter lo quiero mucho. Rezo para que se sepa la verdad y para que vivamos en la verdad".

La situación procesal, en espera

La situación procesal del sacerdote investigado transita sus primeros pasos: aún se espera que el menor realice un relato de los hechos en el Anivi, que los psicólogos evalúen si presenta o no las dañinas huellas psíquicas de una situación de abuso sexual. Y que el juez conozca ese informe y la explicación de un médico sobre la existencia o no de lesiones, para saber si cabe o no imputarle algún delito al religioso.

Este punto no es menor en la causa, pues de la posible calificación delictiva dependerá que el sacerdote pueda o no continuar en libertad.

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