La cuarentena llevó a que el 29% de los adictos deje de consumir y otro 34% lo haga menos

Un informe realizado por la Dirección de Abordaje Integral de las Adicciones de la San Juan, tras entrevistar a 266 personas, dejó conclusiones importantes del papel que juega la lejanía con el entorno de consumo y la cercanía de la familia.

Los tiempos de aislamiento social obligatorio valieron para constatar que es clave para las personas que buscan la recuperación de adicciones, alejarse del grupo de pares con quien consume y la contención familiar. A esa conclusión arribaron en el informe que elaboraron en la Dirección de Abordaje Integral de las Adicciones, luego de entrevistar a 266 personas distribuidas en toda la provincia (con la colaboración de las UMAA -Unidades Municipales de Atención de las Adicciones-) que se encuentran en tratamiento o al menos realizó una consulta respecto de los tratamientos.

La edad de los 266 consultados, que viven en distintos puntos de la provincia y que al menos consultaron por una situación de adicción. Las sustancias más usuales: alcohol, marihuana y cocaína.
En el informe aclaran que en San Juan la mayor demanda por tratamiento es de varones.

Es que antes que se declarara el confinamiento, el 14,7% de los consultados respondió que no consumía ninguna sustancia que motivara su adicción (las más usuales son marihuana, cocaína y alcohol). Mientras que después que se decretó el aislamiento el 29% aseguró que no estaba consumiendo, por lo que prácticamente se duplicó la cantidad de personas, según esta muestra, que había conseguido salir de la situación de dependencia. Además, un 34% respondió que estaba consumiendo menos que antes que se instalara la cuarentena social. El 14% fue el que respondió que consumió más durante la cuarentena.

Y entre las personas que afirmaron haberse mantenido abstemias en los tiempos de cuarentena, la causa de haber llegado a ese estado es lo que motivaron las conclusiones: Además, del 36% que aseguró que fue una elección propia, el 32% dijo que no podía juntarse con las personas que consumen y el 21% se sintió más contenido por el entorno familiar. El 11% restante indicó que no consiguió la sustancia que habitualmente consume.

La socióloga Natalia Vives, al frente de la Dirección dependiente del Ministerio de Desarrollo Humano y de la investigación, concluyó que en líneas generales el aislamiento social, preventivo y obligatorio fue positivo para las personas adictas.

Si la persona que está en tratamiento no sale del entorno en el que consume, es muy poco probable que deje de consumir -describió la directora-. Y el otro punto relevante de la investigación es que el 21% de las personas que manifestaron que no habían consumido, decían que se habían sentido más contenidas con el entorno familiar”.

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