Aceite de oliva, el mejor remedio

Estudios realizados en el mundo han permitido corroborar los beneficios de consumir aceite de oliva Virgen Extra. Es muy importante recordar esta clasificación porque es la que permite saber si se trata de aceite elaborado con aceitunas frescas y sanas que aportan todos los nutrientes necesarios.

(Foto: StarPage)



El aceite de oliva tiene muchas propiedades saludables para el organismo. Tantas que muchas veces se mira el precio sin tener en cuenta los beneficios. Las razones por las cuales aporta tantas cosas positivas al cuerpo se puede resumir en estos ítems que están comprobados por la ciencia.

* Posee polifenoles, unos poderosos antioxidantes que combaten el daño de los radicales libres en las células. Esto quiere decir que ayuda a desintoxicar el organismo y prevenir enfermedades como el cáncer, entre otros beneficios.

* Es un gran remedio para el tratamiento de la artritis reumatoide. Se han hecho varios estudios que comprueban que el aceite de oliva combate esta enfermedad de las articulaciones.


* Ayuda a mantener la presión arterial en niveles saludables. Un dieta rica en aceite de oliva, frutas y verduras además de hacer ejercicio, no fumar, ni beber alcohol es fundamental para prevenir la hipertensión.


* Tiene propiedades contra las enfermedades del corazón. Según Medical News Today, un estudio de la Universidad de Porto confirmó que los antioxidantes presentes en el aceite de oliva mantienen los glóbulos rojos saludables, evitando ataques cardíacos y demás enfermedades al corazón.


* Está constituido en un 80 por ciento de ácidos grasos monoinsaturados, ayuda a aumentar los niveles de HDL, el colesterol bueno, y reducir los de LDL, el colesterol malo.


* Reduce las posibilidades de contraer Mal de Alzheimer y Parkinson.


* También hay estudios que indican que ayuda a mantener el peso


* Favorece la función digestiva y reduce la secreción ácida gástrica, protegiendo frente a las enfermedades gastrointestinales.


* Ayuda a combatir el estreñimiento, por tener un suave efecto laxante, y mejora la absorción intestinal de los nutrientes.


* Disminuye la incidencia de complicaciones en los pacientes con diabetes mellitus tipo II. Un elevado consumo de grasa saturada conduce a sobrepeso y obesidad, importantes factores de riesgo para la aparición y empeoramiento de esta enfermedad, por eso las recomendaciones nutricionales para personas con diabetes tipo II, aunque individualizadas según las características del paciente, suelen incluir la dieta mediterránea y el consumo de ácido oleico.


* Contribuye a una correcta mineralización de los huesos, y a su desarrollo. Por esto es muy importante, que esté presente en la dieta de los niños durante el crecimiento, y también en la edad adulta para limitar la pérdida de calcio que se produce durante el envejecimiento, y que puede desembocar en patologías como la osteoporosis.

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