Los Nuevos paradigmas de la paternidad
Durante este siglo el rol del padre en la educación y cuidado de sus hijos hacobrado protagonismo. Los cambios sociales han empujado hacia una mayor implicación del padre en la crianza de sus hijos. Y esto se manifiesta en casi todas la etapas de la relación de una pareja con hijos.
Fuente: Héctor Daniel Castro - Licenciado en Psicología - M.P. 613
Cuando recordamos nuestra infancia, solemos hacerlo con añoranza y nostalgia. Recordamos como fueron nuestros padres y abuelos, y nos damos cuenta de lo mucho o poco que nos parecemos a ellos ahora que somos padres nosotros. Lejos ha quedado la imagen del padre autoritario, poco permisivo y poco cariñoso, al que temíamos y respetábamos, no siempre a partes iguales. Los padres de hoy en día en casi nada se parecen a ellos y reparten las tareas con las madres en un 50%, o al menos, esa es la tendencia. Los padres del siglo XXI ponen pañales, se ocupan de la alimentación, llevan y traen a los niños a extraescolares, cumpleaños y demás eventos sociales. Pero, ¿es cierto que padres y madres comparten las tareas por igual? ¿En qué momento se ha producido esa transformación y a qué se ha debido? El licenciado Daniel Castro experto en el tema, responde a los cambios actuales del rol paterno.
1) ¿Hay cambios en el rol de padre en el último siglo?
Sí, cambios muy positivos. Fundamentalmente de un cambio en el paradigma desde donde se mira al hombre y la mujer, y su modo de ser en el mundo. Esto influye en los supuestos básicos desde los que se construye el vínculo de la familia. El hombre ya no es "el que debe estar en la calle y salir a buscar el sustento económico" solamente. La mujer, que afortunadamente ya se incluyó en el mundo del trabajo y la profesión, dio espacio para que el hombre pueda hacerse más cargo de los hijos y sus actividades.
Y, por otro lado, también cambiaron las expectativas de los hombres a la hora de construir sus familias, y en la forma en la que equilibran su vida personal y familiar con el trabajo. Además, antes, el deseo de los hijos, estaba legitimado y expresado fundamentalmente en las mujeres. Hoy los padres también desean hijos, y comienza a aparecer la figura del padre soltero o solo.
2) ¿Esos cambios suman en positivo o no?
Los cambios sin duda sumaron en positivo, dado que existe un espacio para una vincularidad más fuerte y protagónica del padre con sus hijos.
Cambiar pañales, hacer una papilla, dar de comer a los hijos. Darles el antifebril, bañaralos, buscarlos del colegio o ayudarlos con los deberes, eran tareas exclusivas de la mujer, y consideradas actividades "femeninas'.
Ahora, que la barrera de "cosas de hombre y de mujer' ha caído, el padre se compromete y responsabiliza tanto como la madre. La evolución cultural ha jugado un papel muy importante a favor de esto.
Para poder ser padre, ¡es importante dejar de ser hijo! Y, en ese sentido, es muy importante el cambio que dieron las mujeres, corriéndose del espacio materno que tenían con sus maridos. Muchas de ellas funcionaban como "madres" de sus esposos, a los que trataban y controlaban como niños, y esto a permitido que los hombres se muevan en roles más adultos y maduros e independientes.
3) ¿Qué sucede con los padres solteros o solos?
También aquí hay un cambio cultural importante, dado que va perdiendo fuerza y entidad el supuesto del "instinto maternal" que legitimaba a las mujeres como las únicas capacitadas para desear y cuidar niños. Esto no es así. Los hombres ahora también se permiten desear trascender en un hijo, también, porque se permiten conectarse con sus sentimientos y emociones como algo absolutamente positivo y maduro. Situación que antes estaba vedada, porque no era de "hombres" expresar emociones y sentimientos.
La cultura en las sociedades más conservadoras como la nuestra, hace que a los hombres no se los eduque para criar hijos. Sino, para ser proveedor, que es un papel mucho más fácil y distante que el de criador. Sin embargo eso va cambiado, y aquí aparece como novedad, un poco rara. Pero los padres solos son tan buenos como las madres solas. Es importante que criar un hijo es una conducta de amor, no relacionada con el género. Y, que en ese sentido, las diferencias en el modo de vincularse de los varones con sus hijos, no implica carencias de ningún tipo en la crianza. Es un mito aquello de que las familias uniparentales les falta (un padre o una madre). Lo que cría a un hijo sano es el vínculo de compromiso en el amor.