Qué especie elegir para el arbolado público en San Juan

Especies nativas y exóticas son utilizadas en la provincia muchas veces sin tener en cuenta, entre otros aspectos, su demanda hídrica y la posibilidad de abastecerla

Política de Estado. Para el agrónomo Osvaldo Olmos forestar debe ser responsabilidad de la sociedad toda.


El árbol en su noble finalidad propone hoy a la humanidad en general, pero San Juan en particular, una importante serie de desafíos. Sólo basta recorrer otrora pulmones verdes provinciales como la Quebrada de Zonda, Camping El Cerro Blanco o el Pinar para dimensionar el poco cuidado dispensado.


Al respecto Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO consultó al profesor técnico en agronomía de la Escuela Agrotécnica Sarmiento, Osvaldo Olmo, especialista en forestación con más de 36 años de labor pública y privada.


"Pareciera que los sanjuaninos no sabemos dimensionar el significado ponderado de los árboles para la vida en la Tierra, tal es la importancia de la foresta que de su existencia depende la supervivencia del hombre en este planeta", comenzó señalando Olmo.


"Pero, al hablar de árboles inmediatamente salta al tapete de la discusión preguntas como, ¿qué es un árbol? ¿Qué árbol es el mejor y cuál el peor? Comencemos derribando la falacia de creer que existen árboles buenos y árboles malos, cada especie arbórea posee características particulares que deben evaluarse previamente a ser implantados".


 
ARBOLADO PÚBLICO

"Comencemos entonces definiendo el significado del concepto de arbolado público, en forma fácil pero acotada es el conjunto de árboles que poseen las calles a sus costados o agrupados en espacio de recreación de uso social. El concepto real es mucho más amplio, también, arbolado público son los árboles de la vera de los ríos, de la plaza y parque", indicó.


"Estos vegetales no sólo hacen a la estética del lugar, sino también actúan como un sistema de seres vivos que poseen como característica fundamental que atemperan las condiciones extremas climáticas", señaló.


"Si nos remitimos a la historia, es Sarmiento quien pone a los árboles en un papel de importancia en la discusión política, se dice que aquel sanjuanino ilustre fue quien introdujo el Salix Viminalis (Sauce mimbre), con el propósito de ser plantados en las islas de El Tigre, Buenos Aires. El objetivo de Sarmiento era contener las crecidas del río con su masa uniforme de raíces capilares que van conformando una unidad compacta que la corriente no puede romper fácilmente", argumentó.


Y señaló: "Varias décadas luego la Ley 13.273 declara al arbolado como 'Bosque Protector', porque menguan las ráfagas de los vientos huracanados, lluvias, crecidas de ríos manteniendo la traza de caminos".


"El arbolado público posee en su conformación un porcentaje mayor de especies exóticas. En el arbolado urbano predomina la especie Morus alba (Morera blanca) de origen asiático, encontramos también Platanus occidentalis (Plátanos) y, hasta hace algunas décadas atrás el Melia azederach (Paraíso sombrilla). Con sólo dar una paseo por las calles del Centro de San Juan es posible apreciar que no hay una incidencia de importancia de especies autóctonas en la masa boscosa", indicó. 


"Las políticas estatales hasta finales de la década del '80 puso énfasis en implantar una especie de crecimiento rápido, acudiendo a la implantación de miles de moreras híbridas, en tanto que a finales de los años '90 la política de forestación pública dejó de lado esto y se planificó la convivencia de especies variadas de árboles, conformando una masa boscosa heterogénea", afirmó.

Revalorizar la conciencia forestal es uno de los desafíos más importantes de la provincia de San Juan.



EL DUEÑO

"¿Quién es el dueño del arbolado público?", se preguntó, señalando: "Por un lado todos somos dueños de cada árbol, lo somos en forma general por medio del poder del Estado, y en particular lo es cada frentista. Cada habitante puede elegir la especie que más le agrade para colocar frente a su casa, pero deberá tener en cuenta algunas de variables fundamentales que incidirán en el árbol a implantar, a saber: a) El tipo de riego que tendrán estos seres vivos, ¿circula agua por la acequia? ¿Qué calidad tiene esa agua?, b) Es necesario tener en cuenta el ancho de la vía de circulación vehicular y peatonal donde estará ubicado, es decir si es una calle o una avenida, si hay veredas o veredines".


Y explicó: "La primera variable será determinante para decidir que ejemplar implantar, sea de especies exóticas o autóctonas, las primeras tendrán un requerimiento mayor de agua para su buen desarrollo que la últimas. Es decir que la elección de especies debe estar directamente relacionada con la posibilidad de riego. Pero cuidado, esto no puede ser limitante para forestar, como no lo fue para aquellos pioneros que diseñaron la forestación de las zonas urbanas que perdura. Serán los factores limitantes la amplitud térmica, el tipo de suelo y la provisión de agua la que determinará la especie a implantar en la forestación pública".


"La segunda variable a tener en cuenta es necesaria para saber si el porte foliar, el tamaño de la copa, puede o no afectar a la normal circulación de vehículos y personas", indicó Olmo agregando, "la posibilidad de riego será lo que se ponderará y el requerimiento hídrico por planta de cada especie arbórea, según su origen, se expresa en en el libro titulado 'Especies Apropiadas de Arbolado para la Provincia de San Juan" de Dalmasso, Márquez y otros 2014":


*Especie nativa Acacia aroma Aromo-: 8,75 metros cúbicos por año.
*Especie nativa Schinus areira -Aguaribay o Pimiento-: 12,2 metros cúbicos por año.
*Especie Exótica Eucalyptus camendulensis: 128,6 metros cúbicos por año.
*Casuarina cunninghamiana: 56,4 metros cúbicos por año.


"Estos datos nos sirven para facilitar la comparación del requerimiento hídrico entre especies nativas y exóticas que podemos encontrar fácilmente en el arbolado de San Juan", indicó el agrónomo agregando que "elegir especies de árboles que prosperen, implantarlos con técnicas adecuadas y establecer una planificación de labores de mantención serán los ejes relacionados para prosperar en la acción de forestación eficaz".


Finalmente Olmos consignó: "Como podemos ver la tarea de implantación de árboles no es simple sí queremos obtener resultados positivo, será disminuir los riesgos del fracaso la labor compleja, pero vale la pena arriesgar para disfrutar el placer de ver crecer frente nuestro un ser que no nos pedirá nada más que un poco de agua para brindar todo lo que son, árboles". 

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