La procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, había asegurado el 13 de octubre pasado que no iba a renunciar ni se iba a tomar licencia de su cargo luego de ser procesada por la Justicia. De este modo, la funcionaria le respondió a los miembros del Gobierno que le pidieron que de un paso al costado. 

"Ni renuncio ni me tomo licencia" había manifestado Gils Carbó a su entorno, según consigna el medio Infobae.

El ministro de Justicia, Germán Garavano, fue uno de los que pidió que la jefa de los fiscales "se tome licencia" hasta que se resuelva su situación judicial y advirtió que su proceso de destitución será "un tema central" en la agenda parlamentaria para después de las elecciones legislativas.

“Si nosotros no tenemos un procurador que es respetado por sus pares y que pueda liderar este proceso de transformación siempre vamos a tener un sistema penal rengo", consideró.

Procesamiento. Gils Carbó quedó procesada el jueves por supuestas irregularidades en la compra de un edificio de la Procuración General de la Nación en el microcentro porteño. La decisión fue tomada por el juez federal Julián Ercolini y la medida alcanzó también a otros cuatro imputados que presuntamente participaron de la operación.

En un extenso fallo, el magistrado sostuvo que la procuradora "ideó un plan" para dar de baja una licitación y gestionar la compra de otro edificio en forma "direccionada" y por el que se pagaron jugosas comisiones "violando  consciente y voluntariamente los deberes atinentes a su cargo".