Unos 4.000 argentinos permanecen varados a ambos lados del Estrecho de Magallanes, en el Sur de Chile, a raíz de la protesta de ciudadanos trasandinos por un aumento de la tarifa del gas en ese país, confirmaron ayer fuentes oficiales.

Los fueguinos que tienen ese cruce marítimo por territorio extranjero como paso obligado para llegar o regresar del continente, continúan acumulándose horas tras hora formando una fila que supera los 10 kilómetros de extensión del lado insular, según estimaciones realizadas por el gobierno provincial.

Mientras tanto, la Asamblea Ciudadana que lidera el conflicto desde la ciudad chilena de Punta Arenas anunció una flexibilización de los cortes de ruta para favorecer el tránsito de turistas y personas enfermas, aunque no dio precisiones sobre la conducta que tomarán los manifestantes en la zona de Bahía Azul.

En ese lugar se realiza el cruce de la isla al continente a través de barcazas cuyos accesos fueron bloqueados a partir del conflicto que se profundizó en las últimas 72 horas.

La conexión marítima no está habilitada por mar argentino debido a que el trayecto sería unas siete veces mayor y no existe infraestructura construida ni en la isla ni en la región continental.

Como consecuencia, los fueguinos sólo pueden viajar por tierra a su propio país atravesando cuatro aduanas y cruzando por territorio chileno.

Los manifestantes trasandinos accedieron por la madrugada a realizar tres cruces de barcaza en los que se evacuaron unos 150 vehículos y en los que se tomó como criterio que viajaran familias con chicos, personas mayores, discapacitados y enfermos.

El embajador argentino en Chile, Ginés González García, se mostró ayer "optimista" en encontrar una solución, aunque reconoció que, "la situación es crítica" ya que "lamentablemente, fracasó la negociación" encarada por las autoridades chilenas para descomprimir la "tensión". En tanto, la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos dispuso asistencia de los varados con envío de comida y combustible.