El presidente Alberto Fernández se reúne en Olivos con el jefe de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, en un encuentro que puede ser clave para el futuro del gabinete. Massa entró a la quinta de Olivos a las 11.

En el Gobierno admiten que las tratativas con Massa son decisivas para configurar el próximo esquema ministerial, después de que el Presidente diera el visto bueno para avanzar en una reformulación más integral de su equipo, a partir de la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía.

Anoche en Olivos Alberto Fernández estaba reunido con su grupo de mayor confianza: Santiago Cafiero, Vilma Ibarra, Julio Vitobello, Juan Manuel Olmos, Gustavo Beliz y Gabriela Cerruti, más algunos otros funcionarios.

Allí se evaluó la necesidad de negociar con Massa como una forma de generar una reformulación con cierta novedad y volumen. “La única alternativa es negociar con Sergio para evitar entregarle el gabinete al kirchnerismo”, reconoció uno de los presentes en el encuentro.

Si bien no está definido, el esquema contemplaba el ingreso del propio Massa al gabinete, con el acompañamiento de algunos economistas de confianza, entre los que se mencionaba a Marco Lavagna y Martín Redrado.

Sin embargo anoche también se discutió mucho hasta dónde debería llegar el recambio y si debía incluir figuras simbólicas del kirchnerismo, como Wado de Pedro y los representantes de La Cámpora en Energía, que tuvieron tantos chispazos con Guzmán e influyeron en su dimisión.

Cerca de la medianoche se evaluó en Olivos la posibilidad de que Fernández le pidiera la renuncia a todos los ministros del gabinete, como una manera de liberarle las manos para introducir cambios. El Presidente en una primera instancia avaló la jugada, pero después dio marcha atrás.

De allí creció la idea de conversar con Massa, quien todo el día de ayer estuvo alejado de Olivos y de esas conversaciones e hizo saber que se enteró de la renuncia de Guzmán mientras estaba en la cancha de Tigre y que después se fue a un festejo familiar.

Massa, un crítico de Guzmán desde hace tiempo, casi al mismo nivel que el kirchnerismo, estaba convencido de que a Guzmán le habían filtrado que Cristina Kirchner sería extremadamente dura en su discurso en Ensenada y que por eso se anticipó a preparar su renuncia.

Anoche también se demoró mucho la evaluación de fondo de los cambios a introducir porque Alberto Fernández llegó después de las 21 a Olivos. Previamente había estado en Zárate, en la casa del empresario de medios Fabián de Sousa. Allí también recibió la llamada de Guzmán en la que le anunciaba que renunciaría.

Según testigos intentó convencerlo de quedarse un tiempo más, pero el saliente ministro le dijo que era una decisión tomada. Pese a la gravedad de la situación, Fernández se quedó algunas horas más en Zárate, antes de regresar a Olivos, donde lo esperaban sus funcionarios.

FUENTE: LA NACIÓN