Son días críticos para el gobierno nacional y Alberto Fernández debe definir en las próximas horas cuál será la salida a la crisis política que se generó luego de la contundente derrota del Frente de Todos en las PASO del último domingo, que se agravó en los días posteriores con las diferencias que quedaron expuestas en el seno de la coalición, con el Presidente y Cristina Kirchner como principales protagonistas.

Ante esto, según pudo saber Infobae, los anuncios de un nuevo Gabinete serían este lunes, pero las próximas 48 horas serán clave para que el Presidente decida el rumbo que tendrá la Casa Rosada de cara a los comicios de noviembre. Por eso, mañana viajará a La Rioja para liderar una cumbre con gobernadores peronistas, a quienes les pedirá ayuda y respaldo para afrontar lo que viene.

El encuentro fue promovido y organizado por los mandatarios de Tucumán, Juan Manzur, Catamarca, Raúl Jalil, San Juan, Sergio Uñac, y La Rioja, Ricardo Quintela, cuatro de las siete provincias donde prevaleció el Frente Todos en las PASO del domingo pasado.

Además de estos dirigentes, fueron invitados Jorge Capitanich (Chaco), Mariano Arcioni (Chubut), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Ziliotto (La Pampa), Omar Perotti (Santa Fe), Gerardo Zamora (Santiago del Estero).

Los gobernadores fueron el primer sostén en el que se recostó Alberto Fernández cuando se desató la crisis política del Gobierno. El miércoles, horas después de que presentaran la renuncia los ministros y funcionarios que responden a Cristina Kirchner, desde el entorno del Presidente comenzaron a buscar apoyos dentro del peronismo, el sindicalismo y los movimientos sociales, y difundieron que un nutrido grupo de jefes provinciales se habían comunicado con Fernández. Muchos de ellos luego hicieron público su apoyo a través de las redes sociales.

Entre otros, quienes lo llamaron fueron Ricardo Quintela (La Rioja), Sergio Uñac (San Juan), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Juan Manzur (Tucumán), Omar Gutiérrez (Neuquén) y Alberto Rodríguez Saá (San Luis).

Sumado a esto, el jueves hubo dos fotos que generaron suspicacias. Alberto Fernández recibió en Olivos al sanjuanino Sergio Uñac y al tucumano Juan Manzur. Los dos se mostraron reticentes a sumarse ahora al Gabinete. Dijeron que quieren quedarse en sus provincias para fortalecer la campaña rumbo a los comicios generales de noviembre y no perder capital político. Para ingresar al gabinete luego de las elecciones, pidieron garantías: quieren que el ofrecimiento que les hizo ayer Fernández sea refrendado personalmente por los otros dos referentes de la coalición, Cristina Kirchner y Sergio Massa.

El primer cambio en el equipo presidencial se informó hoy viernes con la salida del vocero, Juan Pablo Biondi, uno de los más apuntados por la Vicepresidenta: “Espero que mi alejamiento del cargo contribuya a pacificar, en parte, estos momentos difíciles que nos toca vivir”, expresó el ex funcionario en su carta de renuncia, donde también le respondió a la ex presidenta: “Me ofenden y lamento las malas interpretaciones que hiciera sobre mí la señora Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, al considerarla una líder indiscutible del espacio político que representa ella junto con usted. Siempre he sido una pieza de armonía, concordia y tolerancia en mis funciones y profesional en mi relación con los medios de comunicación”.

La idea del Presidente, por el momento, es conservar en su equipo a Vilma Ibarra, Martín Guzmán, Juan Zabaleta, Gabriel Katopodis, Carla Vizzotti y Matías Lammens. También tiene decidido aceptar las renuncias de Eduardo “Wado” de Pedro (Interior) y Juan Cabandié (Medio Ambiente), y mantener en sus cargos a Luana Vonovich (PAMI) y Fernanda Raverta (ANSES).

El resto de los ministros y funcionarios tiene futuro incierto o sujeto a negociaciones que ocurrirán estos días entre Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, quien desde el miércoles intenta actuar de mediador para que reine la paz en el Frente de Todos.