En su primer discurso de manera presencial en la sede de las Naciones Unidas, el presidente Alberto Fernández hizo una fuerte condena al ataque que sufrió la Vicepresidenta y aseguró que el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner 'buscó alterar la democracia'.

Horas antes, en una disertación en la Universidad The New School de Manhattan, afirmó que 'las derechas que promueven odio y violencia no deben tener cabida en el mundo'. Así buscó culpar a la oposición en Argentina de promover el discurso de odio que derivó en el atentado fallido contra Cristina el 1 de septiembre pasado.

'El intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner no solo afectó la tranquilidad pública' sino que 'buscó alterar una virtuosa construcción colectiva que el año entrante cumplirá cuatro décadas de vida', aseguró Alberto en alusión al sistema democrático. Allí, agradeció 'la solidaridad que la Argentina ha recibido del mundo entero' tras el ataque.

Al brindar su discurso en Nueva York ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Fernández reseñó que 'muchas veces en la historia los magnicidios han sido prólogos de grandes tragedias' y 'pueblos enteros sucumbieron detrás de esos profetas del odio'. 'Estoy seguro que la violencia fascista que se disfraza de republicanismo no conseguirá cambiar ese amplio consenso al que adhiere la inmensa mayoría de la sociedad argentina', completó.

En otra parte de su exposición, consideró que la pandemia del coronavirus 'transparentó las enormes desigualdades que soporta la población mundial', y preguntó: '¿Es justo que la fortuna de sólo 10 hombres represente más que los ingresos del 40% de la población mundial? ¿Es ético que la pandemia se haya cobrado cuatro veces más vidas en los países más pobres que en los ricos?'.

Por otra parte, bregó por 'recuperar la paz en la disputa iniciada con el avance militar de Rusia sobre Ucrania'. Además, consideró que 'las naciones endeudadas padecen mucho más los efectos del sistema establecido' y sostuvo que 'Argentina está entre ellas', por lo que reconoció 'a todos los Estados' que apoyaron al país 'en el complejo proceso de renegociación' de la deuda externa. También apuntó que la seguridad alimentaria debe ser garantizada 'a todos los habitantes del planeta' porque 'no podemos transitar este tiempo con hambrunas'. Remarcó que la Argentina 'condena al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones' y recordó que 'seguimos luchando contra la impunidad, investigando los atentados que sufrimos en 1992 a la Embajada de Israel y en 1994 a la sede de la AMIA, que se cobraron la vida de 107 personas'. En ese marco instó 'a la República Islámica de Irán a que coopere con las autoridades judiciales argentinas para avanzar en la investigación del atentado contra la AMIA'.

Por otra parte, reafirmó 'los legítimos e imprescriptibles derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes' y destacó que 'forman parte del territorio nacional argentino y se encuentran ocupados ilegalmente por el Reino Unido desde hace ya casi 190 años'. El jefe de Estado denunció que el Reino Unido 'agravó la controversia' con 'llamados a la explotación ilegal de los recursos', aunque expresó la disposición de Argentina a reanudar 'negociaciones' con Londres.

Covid y guerra, un cultivo de hambre 

El presidente Alberto Fernández advirtió ayer que el hambre en el mundo 'no empezó' con la guerra en Ucrania, sino que 'tiene que ver con un sistema capitalista que expulsa y margina', al disertar junto a otros mandatarios en la Cumbre Mundial de Seguridad Alimentaria que se realizó en la ciudad de Nueva York.

'Post covid pudo haber sido un tiempo para ser una mejor humanidad y actuar desde lo más solidario, pero no pasó: se agravaron las hambrunas', expuso el jefe de Estado en su mensaje.

Fernández asistió al encuentro invitado especialmente por el presidente español, Pedro Sánchez, con quien viene manteniendo un diálogo fluido sobre esa materia.