En una declaración caótica, en donde repetía todo el tiempo que lo dejaran ir, que le pusieran una tobillera electrónica y que lo iban a matar, Marcelo D'Alessio, el hombre que se presentaba como abogado y agente de la DEA y quedó detenido por extorsión, despegó al fiscal Carlos Stornelli de las sospechas en su contra.

"Stornelli no tiene la más puta idea de todo esto, me dijeron que lo mencione solamente porque yo había estado con él en dos oportunidades y yo lo conocía por haber estado con él declarando por el tema del libro de Daniel Santoro. Nada más. Si abren mis teléfonos van a ver que hay un audio con una puteada de Stornelli por este tema, él no tenía nada que ver", dijo D'Alessio.

En su defensa, además, D'Alessio dejó en claro: "No es lo mismo un chanta que viene extorsionando personas que uno que quiere determinar de dónde viene la plata, un trabajo que dieron, me dijeron para poner en emergencia a este hombre para determinar desde dónde viene la plata".

Estas frases forman parte de la extensa declaración indagatoria que prestó el acusado entre el domingo y el lunes pasado ante el juez de Dolores Alejo Ramos Padilla, quien levantó el secreto de sumario que había en el expediente. Allí también despegó al ex funcionario de Planificación Roberto Baratta.

A D'Alessio le secuestraron un arsenal: un revólver sin autorización legal, un chaleco antibalas de origen ilícito y una moto con pedido de secuestro, entre otras cosas.

Según los documentos a los que pudo acceder Infobae, la indagatoria a D'Alessio, de 48 años, comenzó con un problema. Cuando le preguntaron su ocupación, respondió "consultor" y evitó dar detalles de su instrucción o sus ingresos, por la causa que lleva en su contra el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, por lavado de dinero.