Alicia Castro, embajadora designada en Rusia, presentó este miércoles su renuncia a ese cargo luego de que el Gobierno apoyara el informe de la ONU sobre violaciones de Derechos Humanos en Venezuela.

Sin embargo la exfuncionaria K contó que el presidente Alberto Fernández la llamó para pedirle que “revea” su decisión y negó que el Gobierno le haya solicitado que se aleje del cargo. En rigor, Castro nunca asumió en Moscú porque el Senado aún tiene pendiente tratar su pliego.

“Tuvimos un intercambio telefónico en el que me pidió que revea la decisión. Es oportuno que lo diga porque el aparatito de las fake news, que funciona desde anoche, dice que Gobierno me pidió la renuncia. En absoluto, ni me lo sugirió”, aseguró en diálogo con AM 530.

Castro contó detalles de ese llamado: “Fue un diálogo breve, donde simplemente le dije que esperaba que le hubiera llegado mi carta, porque no estaba segura cuales son sus correos electrónicos. Y bueno le dije que lamentaba mucho esto pero que no estoy de acuerdo con la política de relaciones exteriores. y que no resulta responsable de mi parte constituirme, tomar mi cargo como embajadora”.

En este sentido, descartó una vuelta atrás respecto a su decisión: “Le respondí que si lee mi carta va a entender cuáles son los motivos”.

En este sentido, aclaró que ella le pidió al Senado que postergue el tratamiento del pliego con motivo de la pandemia. “Durante este tiempo vi varios signos, pero este si es para mí un límite”, aseguró, en referencia a los cuestiones del Gobierno argentino para con el gobierno de Nicolás Maduro.

La renuncia de Castro

A través de una carta, en la que le agradece especialmente a la vicepresidenta Cristina Kirchner por haber sido seleccionada para el cargo, Castro confirmó que abandona el Gobierno. “Hoy quiero presentar mi renuncia como embajadora, porque no estoy de acuerdo con la actual política de Relaciones Exteriores”, sentenció.

El martes el Gobierno de Alberto Fernández votó a favor de la resolución que condena las violaciones de los Derechos Humanos en Venezuela. La cuestión se trató en la reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Horas antes, la Cancillería había adelantado que se “valoraría y apoyaría con fuerza el trabajo realizado por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas Michelle Bachelet”.

Este apoyo de la Casa Rosada al informe de Bachelet molestó a Castro. “El voto de la Argentina acompañando la Resolución del Grupo de Lima constituye un dramático giro en nuestra política exterior y no difiere en absoluto de lo que hubiera votado el gobierno de Macri”, afirmó.

Y continuó en duros términos: “De hecho, el Grupo de Lima fue creado durante la restauración neoliberal por un grupo de gobiernos de extrema derecha, alentados y financiados por los Estados Unidos con dos objetivos explícitos: Promover un “Cambio de Régimen” en Venezuela -con idéntica matriz de los operados por EE. UU. en Oriente Medio- y desarticular el bloque regional”.