El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, anunció ayer la apertura de la etapa diocesana en la Causa de Canonización del Padre Giuseppe Mario Pantaleo, con lo que se da formalmente inicio a este proceso a 29 años de la muerte del sacerdote.

Poli dio inicio a la "causa" a través del "decreto correspondiente" que nombra "al tribunal que se encargará de las actuaciones y da comienzo formal a la causa de canonización", precisó a través de un comunicado la Obra del Padre Mario, una organización que sigue con las acciones sociales que en vida comenzó el sacerdote.

Giuseppe Mario Pantaleo nació en Pistoia, Italia, el 1 de agosto de 1915 y con 9 años llegó a Argentina junto a su familia que escapaba de las necesidades de la primera posguerra. Vivieron en Córdoba, donde cursó la escuela primaria y, más tarde, por problemas en la salud de su madre regresó con ella a su tierra natal.

Allí se ordenó sacerdote, en medio de la Segunda Guerra Mundial. En 1948 decidió regresar a Argentina: vivió en Rosario y Rufino; en 1958 llegó a la parroquia de Recoleta donde comenzó a hablarse de un cura que escuchaba, diagnosticaba y curaba imponiendo sus manos. También utilizaba un péndulo para detectar el dolor en quien llegaba a él. Sus manos recorrían el cuerpo sin tocarlo y entonces era cuando pedía la asistencia del "guitarrero", como se refería a Dios.

A fines de los años "60, el cura llegó a González Catán, al oeste del conurbano bonaerense, en el partido de La Matanza, un territorio actualmente castigado por la marginalidad. Sintió que allí debía quedarse y seguir su vida. Con personas que lo ayudaron, inició la construcción de una iglesia y una obra de ayuda social para los vecinos del barrio. Hoy es la reconocida Obra del Padre Mario, donde miró primero a los extremos de la vida: los niños y los adultos mayores.

Carlos Garavelli, presidente de la Obra Padre Mario, cuenta que el religioso "abrió el primer espacio para los abuelos y después la guardería". La primera para contener a los mayores que ya no trabajaban y la segunda para cuidar de los niños mientras sus padres salían a trabajar.

Entre 1976 y 1992 se pusieron en marcha un policlínico, una escuela laboral para discapacitados, un polideportivo y se crearon las fundaciones Presbítero Mario Pantaleo y la Fundación Nuestra Señora del Hogar. Vencido por el asma murió a los 77 años dejando un legado entre quienes comenzaron a saber de él luego de su fallecimiento.

En 2006, el cineasta Alejandro Doria llevó la increíble historia de Pantaleo al cine con la película Las Manos, protagonizada por Jorge Marrale.

El objetivo de esta etapa de la causa es establecer "si el Siervo de Dios vivió las virtudes cristianas en grado heroico", señaló la organización y precisó que en septiembre de 2020, "la Congregación para las Causas de los Santos, con sede en el Vaticano, declaró que no encuentra obstáculos para dar apertura a la Causa de Canonización".

La postulación fue realizada por el Padre Daniel Medina, en representación de la Asociación de Fieles Presbítero Pantaleo. La asociación fue formada para tal fin y cuenta con el apoyo de distintos grupos de seguidores de la obra del sacerdote que durante varios años, recopilaron "testimonios que ponen en evidencia su fama de santidad y demuestran que ha llevado una vida ejemplar, dedicada a Dios y de ayuda a la comunidad", agregó el comunicado.


Esperando milagros

"Muchas personas dicen haber recibido un milagro (de Pantaleo), pero eso es lo que se tiene que probar con documentos e historial médico", dice el Padre Daniel Medina, que presentó 10 volúmenes sobre la vida del religioso de las manos sagradas.