La Justicia penal platense resolvió ayer que el odontólogo Ricardo Barreda, condenado a prisión perpetua por cuádruple homicidio, regrese a prisión, al revocarle el beneficio del arresto domiciliario, que había sido concedido en 2008, por considerar "injustificada" una salida sin permiso de su vivienda días atrás.

El camarista platense Raúl Dalto explicó que tras analizar las pruebas y escuchar a testigos, arribó a la conclusión de que Barreda realizó una salida "injustificada" de su casa del barrio de Belgrano para ir a tomarse la presión a una farmacia.

"Lo que consideré es que su salida no estaba justificada porque no existió la urgencia médica que él alegó", sostuvo Dalto y detalló que envió una orden de detención al juzgado de rogatorias porteño.

Sin embrago, ahora aguarda que el próximo lunes el mismo juez que ordenó encarcelarlo, disponga la libertad condicional que estaba a punto de conseguir por haber cumplido más de dos tercios de la condena a prisión perpetua que se le había impuesto por la masacre. Si este beneficio se concede, el odontólogo no deberá dar explicaciones de sus salidas.

En horas de la tarde, cerca de las 16.45, Barreda fue introducido a un camión del Servicio Penitenciario Bonaerense para quedar alojado en cárcel de Gorina, un penal de régimen semiabierto en donde el odontólogo estuvo viviendo sus últimos años de encierro.

En este marco, el camarista dijo que está "plenamente acreditado" que el odontólogo transgredió el beneficio por las imágenes captadas por un canal de televisión y por la declaración que prestó el propio condenado cuando lo interrogó. Barreda había sido filmado por un canal de televisión el pasado lunes 17 de enero, mientras caminaba por las calles del barrio de Belgrano con una bolsa de nylon en sus manos, a varios metros del edificio donde estableció residencia.

Respecto de las empleadas de la farmacia que declararon que no vieron a Barreda en el comercio, el juez dijo que sus explicaciones no lo convencieron, pero que no les iniciará actuaciones por falso testimonio. "Ellas declararon, una que estaba limpiando y no lo vio y la otra que justo había salido y que se enteraron de que había ido Barreda por dichos de la esposa del propietario de la farmacia", recordó Dalto, quien dijo que tampoco consideró acreditado que fuese a tomarse la presión.

La situación de Barreda quedó bajo la lupa cuando días atrás un camarógrafo de un canal de televisión tomó imágenes suyas junto a su pareja, Berta André, cuando caminaba frente a su domicilio, en el barrio de Belgrano.

El odontólogo, de 76 años, fue condenado en 1995 a reclusión perpetua por el homicidio, en noviembre de 1992, de su entonces esposa, Gladys Mac Donald, de 57 años; de sus hijas Cecilia (26) y Adriana (24) y de su suegra Elena Arreche (86).

"Eran ellas o yo", declaró durante el juicio el odontólogo, que confesó su crimen y en las audiencias públicas alegó que asesinó a sus familiares porque le maltrataban, le marginaban y le hacían la vida imposible.

Barreda fue condenado en el juicio oral y público con mayor audiencia de la historia penal argentina. "Lo volvería a hacer porque vivía en un infierno y me tenían loco", dijo el dentista desde la cárcel.