La flamante ministra de Economía, Silvina Batakis, mantuvo ayer por la tarde su primera reunión virtual con la directora gerenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en la que se comprometió a respetar las metas acordadas en la reestructuración de la deuda. En ese marco, ambas funcionarias coincidieron en seguir trabajando en forma conjunta para promover la estabilidad macroeconómica en el sendero del crecimiento.

"En un marco de confianza, mantuvimos una conversación fructífera con Georgieva y esperamos continuar teniendo un diálogo positivo", sostuvo Batakis.

De la conversación participó también -por el lado argentino- el director Ejecutivo por el Cono Sur ante el FMI, Sergio Chodos. En tanto, por el lado del organismo multilateral estuvieron el jefe del Departamento del Hemisferio Occidental, Ilan Goldfajn, y la subdirectora gerenta del FMI, Gita Gopinath.

Minutos antes, a través de sus cuentas en redes sociales, la titular del FMI dijo que la comunicación que mantuvo con la nueva ministra de Economía fue "muy buena" y que confía en "continuar nuestra constructiva colaboración" para lograr los objetivos. En una entrevista previa con Reuters, Georgieva había hablado brevemente del programa argentino y la nueva ministra. "El mundo realmente está cambiando muy rápidamente, pero ella (por Batakis) se comprometió con los objetivos del programa y se comprometió a trabajar con el Fondo de manera constructiva para lograr estos objetivos", dijo Georgieva.

Dijo que Argentina enfrenta un "momento muy complejo, muy difícil", y que el FMI hará todo lo posible para ayudar a las autoridades argentinas a lidiar con la creciente inflación.

Batakis "entiende el propósito de la disciplina fiscal y también entiende que si se quiere ayudar a los pobres no puede ser en condiciones de inflación galopante", dijo Georgieva.

El cambio de ministro preocupa en Washington y en Wall Street, porque Batakis está vinculada al ala dura del kirchnerismo, que ha criticado el acuerdo y se teme que deje de lado los objetivos pautados en el programa, sobre todo lo relacionado con el ajuste del déficit fiscal, la emisión monetaria y el recorte de subsidios.

El programa ya superó la primera revisión con cierta "contabilidad creativa" por parte del Gobierno, pero la segunda revisión asoma mucho más complicada dada la inflación galopante y la ampliación del gasto.