Tras un largo silencio en rechazo del acuerdo con el FMI -que terminó blanqueando la interna dentro del Frente de Todos- la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner advirtió ayer "que te pongan la banda y te den el bastón no es todo el poder", criticó a los presidentes que "no hacen las cosas que hay que hacer" y calificó de "ilegal" el préstamo stand-by de alrededor de 44 mil millones de dólares a la Argentina por parte del Fondo Monetario Internacional. En este sentido, y como forma de matar dos pájaros de un tiro, consideró que "resulta raro que ningún juez haya advertido" en ese acuerdo "ninguna irregularidad ni ilegalidad", al cuestionar el accionar del Poder Judicial.

Con su locuaz y ácido estilo, Cristina reapareció en un acto en el auditorio conocido como "Ballena Azul" del Centro Cultural Kirchner (CCK) en la apertura de la sesión plenaria de EuroLat 2022 en la ciudad de Buenos Aires.

Cuando la vicepresidenta ingresó al auditorio volvieron a escucharse los cantitos militantes: "Cristina, Cristina, Cristina corazón, acá tenés los pibes para la liberación".

"Hoy es un día de muchas emociones porque la última vez que estuve en este magnífico centro cultural fue cuando me tocó inaugurarlo", comenzó su discurso la también jefa del Senado.

Pero no fue una reaparición más de Cristina. Fiel al estilo K y el fervor de las mejores épocas, la Vicepresidenta transformó su presentación en un acto político, con ovación de militantes K y mensajes hacia el interior de la alianza gobernante, con una frase que resonó en el CCK y puertas adentro del Gobierno: "Que te pongan una banda y te den el bastón no es todo el poder", disparó. Sin nombrar a nadie parecía una frase hecha a medida para describir su actual distanciamiento con el presidente Alberto Fernández. Y no paró ahí: "Que te pongan una banda y te den el bastón un poquito es (el poder), pero créanme... y lo digo por experiencia. Ni te cuento si además no se hacen las cosas que hay que hacer, pero dejémoslo ahí", sentenció, ante el delirio de sus fans.

De este modo volvió a pasar factura sobre la supuesta inacción del Presidente frente a temas como la inflación a la que ella quiere dar batalla con una suba de las retenciones agropecuarias para frenar el alza del precio de los granos y la carne, principalmente, y no encuentra eco en el Ministerio de Economía.

Después de golpear a su socio en el poder, Cristina se tomó su tiempo para hacer una encendida defensa del rol del Estado en los pueblos.

La Vicepresidenta afirmó que "la pandemia ha trastocado vidas, gobiernos y el planeta entero" y dijo que "acentuó trágicamente la desigualdad", pero señaló que "aun en grandes tragedias podemos sacar cosas que nos sirven". Al referirse al rol del Estado durante la emergencia sanitaria, CFK aseveró que "la pandemia vino a reinstalar la idea del Estado" y se preguntó: "¿Alguien se ha preguntado lo que hubiera sido de la vida de todos si los Estados no hubieran intervenido construyendo hospitales y negociando con el mercado para comprar vacunas para salvarnos?". "Que alguien siga afirmando que el Estado no es importante en la vida de las personas, es un necio o un cínico, que los hay de los dos", sostuvo la expresidenta.


Crítica por precios

CFK cuestionó al sector privado, al señalar que durante la pandemia recibió "todo tipo de ayuda, financiera, fiscal, crediticia", pero "sin embargo, ante esta otra tragedia que estamos viviendo, de una guerra, nos encontramos con que el mercado nos contesta que (lo que importa) son sus ganancias, su rentabilidad".