Violentos hasta la tumba. Barrabravas y bandas narcos acompañan este tipo de funerales en autos y motos con despliegue de banderas y tiros al aire.

Disparos a periodistas, balazos al aire, desmanes, saqueos a comercios, robos durante caravanas fúnebres y hasta féretros desfilando por tribunas y canchas de fútbol, son algunos incidentes casionados en los funerales de jefes de bandas narco, delictivas o de barrabravas más recordados en los últimos años. Por eso, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, creó una unidad que estará conformada por personal de las distintas fuerzas federales de seguridad para ‘prevenir y reprimir‘ posibles delitos que se cometan en los funerales vinculados al narcotráfico.


Se trata de la Unidad Preventiva de Análisis para Funerales de Alto Riesgo Social vinculados al Narcotráfico, que tendrá como objetivo ‘neutralizar de manera oportuna y eficaz‘ lo delitos que se cometen durante velatorios, cortejos fúnebres e inhumaciones de integrantes de bandas delictivas vinculadas a la venta de drogas. En este sentido, la funcionaria remarcó que no se trata de ‘una cosa burocrática‘ sino de una ‘unidad especial‘ para que el personal de seguridad actúe a fin de ‘evitar este tipo de funerales, que son un espectáculo que dan la idea de que el Estado no tiene control sobre la situación, y que son capaces de hacer cualquier cosa, como salir a los tiros a despedir a una persona‘. 


Bullrich consignó que ‘en el último tiempo, ha habido este tipo de hechos en tres o cuatro oportunidades, con funerales de personas que han estado vinculadas al narcotráfico, a las que despiden a los tiros, generando la idea de que tienen el control total del lugar y que están por encima del Estado‘.
‘Hemos creado una unidad de análisis para que cuando muere alguien que está ligado a estas bandas de narcotráfico tome contacto con la policía local y también con las fuerzas federales, para evitar este tipo de funerales‘, explicó la ministra.


En este contexto, precisó que ‘la unidad especial es simplemente un equipo que está atento a quienes puedan haber muerto ligados a este tipo de grupos para, inmediatamente, armar una prevención en ese funeral‘, y aclaró que esta nueva área se sostendrá con la dotación de personal actual y ‘no es una cuestión burocrática‘.


Esta Unidad definirá ‘un operativo policial‘ de acuerdo con ‘los resultados de la matriz de riesgo‘, elaborará ‘un informe de evaluación del operativo‘ y enviará ‘actuaciones a la autoridad judicial competente para el caso que se hayan cometido delitos o contravenciones‘.


La resolución instruye a los jefes de Gendarmería, Prefectura, Policía Federal y Policía de Seguridad Aeroportuaria a ‘disponer áreas de apoyo dentro de sus respectivas Instituciones‘.


La resolución precisó que ‘una de las prácticas en donde usualmente se cometen distintos delitos, tanto federales como ordinarios pero siempre vinculados al narcotráfico, son los funerales de aquellas personas que han sido parte de estas organizaciones criminales‘.


Por ese motivo, se impulsó la creación de esta unidad específica para funerales vinculados al narcotráfico, que calificará ‘la gravedad y magnitud de los hechos‘ y determinará ‘la vinculación del contexto con el narcotráfico‘, antes de la actuación preventiva de las fuerzas de seguridad.


El funeral más célebre de la historia criminal argentina fue el Néstor ‘Sopapita’ Merlo, líder de la denominada ‘Banda de los Paraguayos’ de la villa El Mercado de la localidad bonaerense de Villa Pineral, partido de Tres de Febrero. El 10 de mayo de 1996 fue asesinado a mazazos junto a su novia por un kiosquero de nacionalidad boliviana a quien fueron a robar pensando que en su vivienda podía haber cocaína y, al día siguiente, la casa del comerciante fue custodiada por más de 30 policías, debido a que allegados a ‘Sopapita‘ balearon el frente de la propiedad e hirieron de un disparo en un codo al ya fallecido periodista de policiales de Canal 13, Enrique Sdrech.