El diputado nacional por La Rioja Héctor Olivares murió hoy como consecuencia del ataque que sufrió el jueves en la Plaza de los Dos Congresos. Rápidamente trascendió que quienes habían perpetuado el ataque formaban parte de un clan de gitanos y la Justicia procedió a detenerlos.

Según los últimos partes médicos, Olivares estaba en "estado crítico" y presentaba "una falla multiorgánica" por el tiro que recibió en el abdomen. Olivares fue baleado con una una pistola calibre 40 desde un auto estacionado. Su amigo y asesor Miguel Yadóntambién fue víctima del ataque y murió en el lugar. Se cree que se trataba de una venganza contra Yadón.

Poco más de un día después del ataque ya estaba el clan detenido y solo restaba descubrir el motivo. Desde su cuenta de Twitter, la ministra Patricia Bullrich celebró el rápido accionar judicial y dijo: "Todo el 'clan mafioso de gitanos' detenido, incluido el segundo que iba en el auto, uno de los dos asesinos de Yadón y el que hirió gravemente al diputado Olivares. El último detenido en Uruguay. Gracias a Interpol Uruguay. ¡El que las hace las paga!".

Tanto la fiscal Estela Andrades como el juez Mariano Iturralde tienen 30 días para sumar las pruebas necesarias para fundar eventuales procesamientos y definir si todos siguen presos. Entre otras cosas se están haciendo cruces telefónicos y seguimiento y revisión de las cámaras seguridad.

Los detenidos y las hipótesis del móvil

Uno de los detenidos es Juan José Navarro Cádiz, el presunto tirador en el crimen. El joven de 25 años está acusado de haber sido la persona que se bajó del auto y de haber descartado los casquillos y proyectiles del arma. Fue atrapado en la otra orilla del Río de la Plata.

Su padre, Miguel Navarro Fernández, también quedó detenido. Fue atrapado cuando conducía el vehículo en el que circulaba el entonces prófugo Juan José Fernández en el momento de ser interceptado por la policía de Entre Ríos en Concepción del Uruguay. En ese vehículo estaba también un menor, de 7 años, que sería hijo de Navarro Cádiz. Cuando fue indagado, Navarro Fernández dijo que el ataque fue "de casualidad" y resultado del "consumo de drogas".

Juan Jesús Fernández, el dueño del Volkswagen Vento gris desde donde salieron los disparos también integra el clan. Fue detenido en Concepción del Uruguay por la Policía de Entre Ríos. Su hija, Estefanía Fernández Cano (una joven de 24 años y madre de dos hijos) se entregó ante autoridades policiales y está acusada de encubrimiento. También fue detenido Luis Cano, primo de la esposa de Juan Jesús Fernández.

Si bien al principio se creyó que el móvil era político, luego se descartó esa opción y surgió como principal hipótesis la idea de que el ataque se había producido a modo de venganza porque Yadón estaba en una relación amorosa con Estefanía y que el asesor de Olivares la había engañado.

Sin embargo, Fernández y su hija Estefanía sostuvieron en sus declaraciones indagatorias ante el juez Mariano Iturralde y la fiscal Estela Andrades que no conocían a las víctimas y descartaron que el ataque se hubiese generado por un móvil sentimental, que es la hipótesis de trabajo de los investigadores, que indagaron a la joven como instigadora del ataque.

Los acusados dieron testimonio judicial y coincidieron en el eje central de sus relatos: la culpa fue de Juan José Navarro Cádiz, que disparó sin buscar un blanco en particular y bajo los efectos de una mezcla de alcohol y drogas.

El juez Iturralde, a cargo del Juzgado Criminal y Correccional Nº 16, solicitó la extradición de Juan José Navarro Cádiz por su presunta participación en el asesinato de Yadón y en las heridas provocadas a Olivares. Fuentes de la investigación confirmaron que el exhorto judicial es tramitado vía Interpol y se espera que el sospechoso sea enviado a la Argentina en el menor tiempo posible.

Navarro Cádiz expuso a las autoridades judiciales uruguayas su voluntad de regresar a la Argentina y evitar así un largo juicio de extradición. No será expulsado porque no quebró normas migratorias cuando ingresó a Uruguay por el puente Colón-Paysandú a la 1.49 del viernes. En ese momento las autoridades argentinas no tenían establecida su identidad, por lo que no tenía entonces pedido de captura.