La empresa farmacéutica de origen estadounidense Pfizer desmintió hoy de manera categórica, a través de un comunicado, los dichos de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, quien había sugerido la existencia de un supuesto pedido de coimas del gobierno argentino para la provisión de la vacuna del COVID-19, y negó también la existencia de “intermediarios o representantes”.

El laboratorio negó de manera enfática las manifestaciones que pronunció la ex ministra de Seguridad de Mauricio Macri, menos de 12 horas después de que se conocieran sus dichos.

En el comunicado oficial, al que tuvo acceso Infobae, Pfizer aseguró que “no ha recibido peticiones de pagos indebidos en ningún momento”. Bullrich había señalado anoche en televisión al ex ministro de Salud Ginés González García como supuesto autor de requerimientos indebidos. Además, la compañía aclaró que “no cuenta con intermediarios, distribuidores privados o representantes para la provisión de vacuna COVID-19”.

La empresa farmacéutica salió rápidamente al cruce de la grave imputación que hizo la ex ministra de Seguridad y presidenta del PRO, quien en una entrevista con Luis Majul, en el canal La Nación Más, afirmó que “la actitud de González García fue intentar tener un retorno. Eso el presidente no lo ignoraba”. También, manifestó que el ex ministro de Salud -que terminó afuera de su cargo por el escándalo del vacunatorio VIP- habría supuestamente planteado que “para firmar un contrato con Pfizer tenía que haber un intermediario, que es el mismo de AstraZeneca, Hugo Sigman”.

A esas declaraciones les salió al cruce de manera rápida y categórica Pfizer, debido a que son imputaciones que incluso pueden generarle consecuencias en su propio país por la legislación que penaliza la corrupción de compañías privadas en el exterior. Por eso, en el breve comunicado, el laboratorio de origen estadounidense destaca que “no cuenta con intermediarios, distribuidores privados o representantes”.

El aludido por los dichos de la ex ministra rompió el silencio que se había impuesto después de su traumática salida del Ministerio: “Considero que la denuncia de Bullrich es de una gravedad espantosa. Quiero hacerle todas las demandas que se pueda. No puede pasar esto”, afirmó González García y negó también cualquier tipo de requerimiento indebido a la compañía.

“Esto de la presidenta del PRO, la señora Patricia Bullrich, que dice semejante cosa sobre las personas, que hay un soborno, que hay intermediación, una manga de locuras que dan vergüenza”, dijo en diálogo con Radio 10. Y agregó: Si me preguntás cómo estoy, estoy mal. Si me preguntás qué voy a hacer, voy a hacer la denuncia. Les voy a pedir a mis abogados las denuncias penales, civiles y todo lo que sea necesario porque es una barbaridad, no lo voy a dejar pasar. Tengo muchos años como funcionario público y decir esto sin ninguna prueba, favoreciendo el odio y la desesperanza, y metiéndose nada menos que con el honor de las personas...”

Asimismo, se refirió a las razones que impidieron al Gobierno, durante su gestión al frente del Ministerio de Salud, alcanzar el acuerdo con Pfizer, a pesar de que fue uno de los primeros con los que se entabló negociaciones y de que en la Argentina se realizó un estudio clínico con tres mil voluntarios. Según su testimonio, todo tuvo que ver con las complicaciones que surgieron a raíz de la ley aprobada por el Congreso que reglamentaba la compra y aplicación de las vacunas en el marco de la emergencia sanitaria.

González García hizo referencia al artículo 4 de la ley 27.573, que faculta al Poder Ejecutivo a incluir “cláusulas que establezcan condiciones de indemnidad patrimonial respecto de indemnizaciones y otras reclamaciones pecuniarias” pero con “la excepción de aquellas originadas originadas en maniobras fraudulentas, conductas maliciosas o negligencia”.

El ex ministro de Salud aseguró la palabra “negligencia” fue la causa del conflicto, ya que Pfizer quería eliminarla. “Tuvieron una actitud en la casa central de no aceptar eso de la negligencia... Los recibió el Presidente en un comienzo porque teníamos mucha fe en ellos, en nuestra lucha por vacunar cuanto antes a los argentinos. Les reproché que tuvieron la ley, ellas nunca nos dijeron que así era inviable, sino lo hubiéramos hablado. Todo sucedió después de que tuviéramos la ley”.