El dólar se disparó 50 centavos ayer y cerró en el récord de $31,49 en bancos y agencias de la city porteña, en una jornada que volvió a estar marcada por el contexto externo, especialmente con lo que ocurrió con Brasil, y por factores locales.

De esta manera, el billete cierra la semana con un avance del 3,4% ($1) tras acumular su quinta alza consecutiva. Asimismo profundizó la pérdida a 11,3% en agosto y se desploma 39,7% en el año.

Fue en sintonía con el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), donde la divisa se disparó 41 centavos a $30,90, en una rueda donde factores locales y el nuevo derrape del real en Brasil (se depreció casi 5% en una semana) se alinearon otra vez para potenciar la caída del peso en el mercado doméstico, pese a puntuales incursiones de la autoridad monetaria en los mercados de futuros. En la semana, avanzó $1,05, la segunda suba semanal más importante desde junio pasado.

Los inversores buscaron refugio en la moneda norteamericana un día después de que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó que la económica se derrumbó 6,7% en junio en forma interanual, la caída más brusca en la gestión de Mauricio Macri, y retrocedió 0,6% en el primer semestre, afectada principalmente por las pronunciadas bajas en la agroganadería, la industria y el comercio.

Los precios se movieron siempre en un sentido ascendente que tuvo algunos momentos de caídas cuando puntuales intervenciones oficiales en los mercados de futuros moderaron la corrección.

Los mínimos se anotaron en los $30,30, diecinueve centavos debajo del final previo. La temprana aparición de órdenes de compra destinadas a cubrir posiciones, luego, fueron imponiéndose en el desarrollo de las operaciones provocando una escalada en su cotización que poco a poco desplazó la curva de su cotización hacia arriba, anotando nuevos máximos históricos. La presión de la demanda se acentuó en el último tramo del día haciendo que el tipo de cambio registrara los máximos en los $30,91.

Desde PR Corredores de Cambio indicaron que "la dolarización de portafolios se mantuvo muy intensa generando una demanda que no pudo ser satisfecha por la oferta en el mercado".

Agregaron que "a los factores locales se sumó también, como en los últimos días, el renovado derrape del real en Brasil".