El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este lunes un fondo de US$ 650.000 para atender las necesidades que generó la pandemia de coronavirus en sus países miembro, de los que a la Argentina le corresponderán US$ 4300 millones. El desembolsó extra se hará efectivo el 23 de agosto.

Se trata de una emisión de Derechos Especiales de Giro (DEG), la moneda del organismo multilateral, que se asigna entre los países miembros en función de la cuota que poseen en el FMI.

Esta es una decisión histórica: la mayor asignación de DEG en la historia del FMI y una inyección de ánimo para la economía mundial en medio de una crisis sin precedentes”, señaló la directora del FMI, Kristalina Georgieva, en un comunicado oficial.

A principios de julio, la directora del organismo había adelantado que para fines de agosto los fondos estarían disponibles, tras lograr el apoyo del Directorio Ejecutivo. En ese entonces, sólo faltaba presentar la propuesta a la Junta de Gobernadores del FMI para su examen y aprobación, lo que finalmente sucedió esta tarde.

“La asignación de DEG beneficiará a todos los países miembros, abordará la necesidad de reservas a escala mundial y a largo plazo, generará confianza y promoverá la resiliencia y estabilidad de la economía mundial. En particular, ayudará a los países miembros más vulnerables que están luchando contra los estragos de la crisis provocada por la COVID-19″, agregó Georgieva en el comunicado difundido este lunes.

Cómo se distribuyen los fondos y en que se usarían

Según confirmó el FMI, la asignación general de DEG entrará en vigencia el 23 de agosto y serán acreditados a los países miembros en proporción con sus actuales cuotas en la institución. La cuota de la Argentina en el FMI es de 0,67% por lo que le corresponderán alrededor de US$4300 millones, sin condicionalidad alguna.

Ese monto alcanzaría, por ejemplo, para pagar los intereses del préstamo con ese mismo organismo en septiembre y noviembre -tal como viene haciendo el Gobierno- y seguir negociando durante el primer trimestre de 2022.

Del total que otorgará a todos sus miembros, aproximadamente unos US$275.000 millones (alrededor de DEG 193.000 millones) de la nueva asignación se destinará a países de mercados emergentes y en desarrollo, incluidos países de bajo ingreso.

Qué propuso el FMI a sus miembros

Dentro de la propuesta general del Fondo, una de las principales opciones es que los países miembros que tienen posiciones externas sólidas distribuyan voluntariamente una parte de sus DEG para ampliar los préstamos a los países de bajo ingreso que pueden acceder a través del Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (FFCLP) del organismo.

“Seguiremos trabajando activamente con los países a fin de identificar opciones viables que permitan canalizar voluntariamente DEG de los países miembros más ricos a los más pobres y vulnerables, para apoyar su recuperación de la pandemia y para que logren un crecimiento resiliente y sostenible”, señaló Georgieva.

De acuerdo con la información proporcionada por el FMI, el apoyo concesionario a través del FFCLP en la actualidad es libre de intereses.

El organismo también sigue estudiando otras opciones para ayudar a los países miembros más pobres y vulnerables, entre las que podría considerarse un nuevo Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad para facilitar un crecimiento más resiliente y sostenible a mediano plazo.

Lo que busca el organismo multilateral de crédito es que la asignación de DEG refuerce la liquidez y las reservas de todos los países miembros, afiance la confianza y promueva la resiliencia y la estabilidad de la economía mundial, según las propias palabras de Georgieva.