Los pañuelos verdes y celestes, insignias de la lucha a favor y en contra del aborto, siguieron flameando en las inmediaciones del Congreso después de frustrada la ley que lo volvía no punible, con la misión de promover otros proyectos y el peligro latente de dividir el país en un año electoral.

El temor llegó a la Casa Rosada, donde resisten debates legislativos que rozan valores o creencias como la ley de educación sexual integral, la ESI, que no se aprobaría el miércoles en Diputados pese a tener dictamen de comisión.

Hace un mes, el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, dijo que no necesita nuevas leyes para educar sobre sexo en los colegios y hasta los diputados que piensan lo contrario aceptarían posponer el debate y no alterar la ya complicada sesión del miércoles.

"Preferimos esperar, tener presencia en las calles y consensuar con el Senado, para que no nos pase lo mismo que con el aborto", confesó a LPO una diputada verde que fue clave para aprobar la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en junio y aún mastica bronca por el fracaso en la Cámara vecina dos meses después.

Claro que en estos temas nada está resuelto y en las últimas horas legisladores iniciaron una campaña en Twitter con el hashtag #ESImportante, síntoma de que puede aparecer alguna sorpresa de madrugada, entre ellas Silvia Lospennato (PRO), a cargo de definir los temas de cada sesión con Emilio Monzó. Hace un año, en la última sesión ordinaria del año, alcanzó con un grupo de Whatsapp para sancionar el cupo femenino.

El dictamen de la ESI se obtuvo en una sala dividida entre quienes habían apoyado el aborto legal y quienes no, que de mínima pedían leer un poco más la versión final del proyecto.