La cumbre de la Celac que se realizó esta semana en Buenos Aires, bajo la presidencia pro témpore de Argentina, no sólo volvió a desnudar la grieta entre los países miembros de la región entre quienes defienden y los que atacan a los regímenes como el de Venezuela, Cuba y Nicaragua. También volvió a poner al rojo vivo la interna en el Gobierno con renovados tironeos por parte del kirchnerismo, que otra vez salió a pegarle duro al Presidente en medio de la puja electoral.

Esta vez quien pateó el tablero con furia fue el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, porque Alberto Fernández no lo invitó -más bien lo excluyó- de una reunión del jefe de la Casa Rosada con su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y organismos defensores de los Derechos Humanos. No había excusa posible que aducir, ni siquiera olvido ya que el mitin en cuestión se realizó en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno a metros del despacho del ministro. Este desplante dejó a De Pedro mordiendo rabia. El principal alfil de Cristina Kirchner en el Gabinete nacional estalló porque la foto con Lula le hubiera sumado muchos puntos para acomodar su eventual candidatura presidencial si finalmente Cristina mantiene su postura de "no estar en ninguna boleta en 2023" como avisó y decide volver a jugar con una figura del kirchnerismo de paladar negro para no repetir la frustración por Alberto Fernández.

En el entorno más cercano del ministro dijeron que el desplante del Presidente fue "un gesto de mezquindad política" y una "malicia" de parte del jefe de Estado. "Falta de códigos", agregaron, sin filtro, cerca del funcionario kirchnerista. De Pedro es hijo de desaparecidos, fundador de la agrupación H.I.J.O.S y tiene fuertes vínculos con Abuelas y Madres de Plaza de Mayo. Por eso, él considera que lo natural es que se le reserve una silla en un evento vinculado a esa agenda.

De Pedro está "dolido y enojado", por eso hizo público su malestar y mandó a sus allegados a pegarle al Presidente: "Es un tema que tiene que ver con su historia, mezclar esas cosas con las especulaciones electorales es no tener códigos", dijeron.

Difícilmente De Pedro no haya conversado de la situación con Cristina, advierten quienes lo conocen. Lula no visitó a la vicepresidenta durante su estadía en Buenos Aires, como esperaba el kirchnerismo y aquellos que fogonean con la candidatura presidencial de CFK y que "para convencerla" preparan una gran marcha como parte del operativo clamor para el 24 de marzo, el Día de la Memoria.

Si bien hubo hermetismo oficial acerca de los motivos que frustraron el promocionado encuentro entre Lula y Cristina, cada vez son más los dirigentes que interpretan que el presidente brasileño no quiso protagonizar un desaire hacia Alberto Fernández en el contexto de la interna que tiene con su vice.

Todo el episodio se da en un contexto tenso por la pretemporada electoral y el quiebre entre el kirchnerismo y Fernández, que ya no tiene vuelta atrás. De Pedro hace esfuerzos para posicionarse como un eventual presidencial. Una imagen con Lula hubiera sido la foto ideal para él.