Inédito. Nicolás Dujovne afirmó que el acuerdo con el FMI "tiene cláusulas de salvaguarda inéditas" que contemplan la posibilidad de relajar las condiciones exigidas "en el caso de necesitar incrementar el gasto social".

El Gobierno de Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) cerraron ayer, tras semanas de arduas negociaciones, el acuerdo que otorgará al país un préstamo de 50.000 millones de dólares de modalidad "Stand-by" con una duración de 36 meses, que exigirá una fuerte reducción del déficit y metas anuales para reducir gradualmente la inflación. Además, establece la continuidad de la libre flotación del dólar y reforma de la Carta Orgánica del Banco Central que le otorgará mayor autonomía a la autoridad monetaria y así impedir que siga financiando al Tesoro Nacional.

También contiene cláusulas "inéditas" para preservar a los sectores de menores recursos.

El crédito estará disponible a partir del 20 de junio y la primera entrega será de U$S 15.000 millones con un desembolso inmediato. A los 50 mil millones de dólares que presta el FMI hay que sumarles otros 5.650 millones de dólares para los próximos 12 meses otorgados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial y el CAF-Banco de Desarrollo de América latina.

Así lo explicaron el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, en una rueda de prensa en Buenos Aires, después de la reunión que mantuvo en Washington el Directorio Ejecutivo del FMI, en la que se confirmó la concesión del préstamo.

"Estamos muy contentos porque nos va a permitir seguir recorriendo el camino hacia el equilibrio fiscal y finalmente desterrar este problema que tuvo Argentina durante 70 años, con algunas interrupciones breves, en los cuales gastó más de lo que ingresó y eso terminó con deuda, licuaciones y "defaults"", dijo Dujovne.

En línea con las condiciones generales de los acuerdos "Stand-by", la devolución de cada desembolso se realizará en ocho cuotas trimestrales, con 3 años de gracia.

La tasa de interés será variable y dependerá de la evolución de la tasa de interés del derecho especial de giro (DEG).

El Gobierno señaló que estima que el costo del préstamo será de 1,96% mientras los desembolsos acumulados no superen el 187,5% de la cuota argentina en el FMI (monto equivalente a aproximadamente 8.480 millones de dólares), de 3,96% si los desembolsos acumulados superan ese monto, y 4,96% si el crédito vigente se mantiene por encima de ese monto por más de tres años.

El plan, según desveló el Ejecutivo, "es consistente y sostenible económica, social y políticamente", y tiene como objetivo continuar restableciendo el "orden macroeconómico" con una "convergencia más rápida al equilibrio fiscal y reducción de la inflación" como ejes clave.

Tras el acuerdo, las nuevas metas de resultado fiscal primario serán de un descenso del 2,7% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2018 -frente al 3,2% de las metas previas-, un 1,3% en 2019 -frente el 2,2% anterior.

Asimismo, se prevé un equilibrio primario en 2020 -frente al 1,2% anterior- y un superávit del 0,5% en 2021.

Esto significará, entre 2018 y 2021, una reducción acumulada del déficit de 3,1% del PIB, alrededor de 19.300 millones de dólares. Asimismo, para reducir la inflación el plan refuerza el esquema de metas con tipo de cambio flotante y fortalecimiento de la autonomía del Banco Central.

Las metas de inflación son: 17% para 2019, 13% para 2020 y 9% para 2021.

"El programa es innovador ya que protege especialmente a los sectores más vulnerables. En efecto, se incluye explícitamente el monitoreo de indicadores sociales y, por primera vez en la historia en un programa con el FMI, una salvaguarda que permite incrementar el gasto social si el gobierno argentino lo considerara necesario", remarcó el Ejecutivo.