El reclamo de los docentes se mantiene y el plan de lucha vuelve a tomar dimensión nacional con el paro de 48 horas convocado por Ctera. Pero por primera vez desde que empezó el conflicto en Buenos Aires los caminos elegidos para expresar la protesta se bifurcan: uno de los principales gremios del magisterio estatal, la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), no hará paro hoy y mañana. La misma postura asumieron los profesores de escuelas técnicas de AMET y los privados que se agrupan en Sadop.

Entonces, la huelga se sostendrá en estos dos días por el Suteba, que conduce el dirigente vinculado al kirchnerismo, Roberto Baradel y Udocba, que fue referente de los gremios docentes mientras la CGT fue conducida por Hugo Moyano y ahora está distanciada de la conducción tripartita de la central obrera.

Además, otra variable abre una brecha entre los gremios. Ayer pasó a un cuarto intermedio la reunión de conciliación obligatoria, convocada por el Ministerio de Trabajo. Estuvieron Amet, Soeme y UPCN. Pero, mañana cuando se reanude, podrían ingresar Sadop y FEB que ayer se “autonotificó” de un fallo de la Cámara Federal en lo contencioso administrativo, que autoriza al Ejecutivo a utilizar ese instrumento en la negociación. Suteba insiste en que es una “aberración legal” y que seguirá sin asistir. “Se interpuso un recurso para recusar a los camaristas y hasta que se resuelva, sigue vigente el dictamen anterior”, insisten sus dirigentes.

Existen variados argumentos para explicar esta decisión adoptada por las cúpulas gremiales. Una de ellas responde al “desgaste” que provocó la paralización de actividades que acumula seis días y –para algunos- debe sumar otros dos más.

Aunque difícil de mensurar –en un universo de 18 mil establecimientos repartidos en los 135 distritos boanerenses- aparecen indicios de una caída en el nivel de adhesión a las acciones directas. En muchas escuelas, los padres se enteran si sus hijos tienen clases a través de un cartel que indica qué docente se adhiere y cuál no.

Fuente Clarín.-