"Aún está en shock, estresado por la situación", confiaron a Clarín desde el entorno de Julio De Vido, detenido desde el miércoles por corrupción. Un informe preliminar que publicó este medio ya había determinado que el ex ministro, el más poderoso que tuvieron los Kirchner, se encontraba deprimido. Recibió la visita de sus abogados y Laly Minnicelli -su esposa-, comenzó con los trámites de rigor y para visitarlo. Según confirmaron fuentes oficiales a Clarín, pasará el fin de semana en el Hospital del Penitenciario hasta tanto estén "todos los resultados de sus estudios médicos".

El próximo miércoles, el ex ministro de Planificación volverá a los tribunales de Comodoro Py para la tercera audiencia del juicio por la tragedia de Once, donde está acusado de estrago culposo agravado por muerte. Por primera vez, ingresará en condición de detenido.

 

Ya transitó su segunda noche en Ezeiza. Aunque no hubo mayores sobresaltos, Julio De Vido confesó que le "cuesta conciliar el sueño". Está en un hospital y ello implica un movimiento permanente que estas dos primeras noches, en su condición de detenido, le generaron molestias para dormir bien. No está comiendo mucho y aún se muestra estresado por la situación.

Los últimos quinces días fueron de un notorio decaimiento para él, según relataron allegados suyos, "la situación previa a la sesión del desafuero, todo fue muy shockeante y aún está así",indicaron. Despojado de todo el poder que lo caracterizó los últimos doce años, el ex ministro ya no tiene respaldo político y quedó privado de su libertad. Las últimas llamadas telefónicas que realizó antes de entregarse, fue con sus hijos. Nunca más habló.

 

Ayer el diputado del FPV, recibió una muda de ropa que le envió su familia y se espera que entre hoy y mañana, según el cronograma de visitas del Penal de Ezeiza, lo visite su esposa, Alessandra "Laly" Minnicelli, que ayer, según confirmaron a Clarín, comenzó a realizar los trámites pertinentes para poder visitarlo.

Desde que quedó detenido, ya lo visitaron Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro, sus abogados que esperarán los resultados finales de los exámenes médicos, para definir el próximo paso a dar. Entre las opciones se encuentra un pedido de prisión domiciliaria: "Todo está bajo evaluación", señalaron.

Hoy, nuevamente temprano, continuaron realizándole los estudios médicos y se decidió que permanezca el fin de semana alojado en el Hospital Penitenciario de Ezeiza, "hasta que estén los resultados de todos los estudios médicos que comenzaron a realizar hace dos días", indicaron fuentes oficiales.

Los primeros análisis médicos "no arrojaron ninguna anomalía" indicaron fuentes oficiales a Clarín. Sí se confirmó su cuadro diabético; por ser insulino dependiente, él mismo pidió al juez Luis Rodríguez que le permita llevar el medidor de glucosa a la cárcel y la insulina, ya que se inyecta al menos dos veces al día.

Previa autorización de esto, el juez que lo indagó el miércoles tras su desafuero, pidió que el médico de De Vido se acerque a los tribunales de Comodoro Py para certificar su cuadro médico y la medicación que estaba solicitando llevarse al penitenciario.

Julio De Vido espera que se determine si será trasladado al penal de Marcos Paz (donde está su cuñado Claudio "Mono" Minnicelli y su ex mano derecha, Roberto Baratta) o si permanecerá en Ezeiza, donde hay al menos dos ex funcionarios del ministerio de Planificación: José López y Ricardo Jaime.

Todo dependerá de las evaluaciones médicas que aún continuarán realizándole a lo largo del día. Lo que sí está confirmado, es que una vez que se determine cuál será su lugar de alojamiento, al igual que otros presos por casos de corrupción el ex titular de Planificación Federal, integrará el programa de "Reducción de Índices de Corruptibilidad" (IRIC).