La secretaría de Energía quiere evitar los picos que se dan en invierno en las boletas de gas. Por eso, está pensando en un sistema de "facturas previsibles", en una suerte de tarifa plana. La idea es que el pago del consumo invernal -que arroja sumas altas- se pueda prorratear durante el año. Las distribuidoras consideran factible esta posibilidad.

El Gobierno también prepara algunas modificaciones en el mercado de los combustibles. Estudia una serie de medidas para flexibilizar ese sector. La idea es que los productores de biocombustibles también puedan competir con los refinadores de petróleo. Y que los camiones puedan utilizar gas líquido (en lugar de gasoil), que es más económico.

"El mercado está carterizado", caracterizó una fuente oficial, convencida de que las próximas medidas ayudarán a romper esa situación. Se estima que la Secretaría de Energía avanzará con algunos cambios en la próxima semana.

En el Gobierno estiman que el próximo aumento de gas será del 30%. "La suba de la electricidad será igual a la inflación y la de gas, inferior", subrayó un funcionario del área. Esos precios regirán por 6 meses. Desde allí, el Poder Ejecutivo trabajará para desarrollar una suerte de tarifa plana.

En el esquema que están pensando, un hogar no pagaría $ 200 de factura en verano y $ 2000 en invierno, como ejemplo, sino que le cobrarían todos los bimestres un monto similar. De esa forma, desembolsará más en verano de lo que le correspondería, pero también abonará menos en invierno, cuando las cifras son elevadas.

Tal como adelantó Clarín en su edición del jueves, el secretario Iguacel no quiere más subas de precios en los naftas y gasoil. Por eso, habilitará a los productores de biocombustibles para que puedan despachar directo al público. Hoy están trabados porque los rigen normas de seguridad propias de la refinación de petróleo.

En la Secretaría de Energía había satisfacción por una licitación que realizó Cammesa. Es para gas natural para generación eléctrica, industria, GNC y comercio exterior. Hasta julio, se lo venía pagando US$ 5,20 por millón de BTU (la unidad de medida). Tras la primera compulsa, el precio medio de ese producto será de U$ 3,40. Eso permitirá un ahorro de US$ 280 millones.