El gobierno de Chile, a través del ministro de Justicia, Luis Cordero, le exigió ayer al presidente Alberto Fernández que sea respetuoso de las instituciones de su país y tildó los dichos del argentino en una carta publicada en Twitter como 'impertinentes e impropios'.

El nuevo fuego con el gobierno chileno de Gabriel Boric se inició a raíz de la dura carta que Fernández le mandó a Guillermo Lasso, su par de Ecuador, en el contexto de la escalada diplomática con ese país por el caso de la exfuncionaria correísta María de los Ángeles Duarte Pesantes.

Es la mujer que, condenada a ocho años de prisión por un caso de corrupción, tras pasar dos años refugiada en la embajada argentina en Quito (Ecuador) se escapó hace más de una semana y apareció con el embajador argentino en Caracas, Oscar Laborde. Tenía un ofrecimiento argentino de asilo pero Lasso no le daba el salvoconducto. Por el escape, Ecuador expulsó al ahora exembajador Gabriel Fuks de Quito.

En la carta a Lasso que ahora generó un choque con Chile Alberto escribió recriminándole a su par por declarar persona no grata a Fuks: 'Sabe usted el respeto que le dispenso. Sabe también que quiero que la institucionalidad ecuatoriana se preserve. Pero quiero que sepa también que a todos debe lastimarnos que en su Patria, como en la mía, como en Brasil o como en Chile la Justicia se haya puesto al servicio de quienes persiguen opositores'.

Con esta frase y la doctrina del 'lawfare' de la supuesta persecución política detrás de causas judiciales, Alberto buscó defender a Cristina Kirchner; a Rafael Correa, con condena sin cumplir por la misma causa que su exministra de Transporte; a Duarte Pesantes; a Lula da Silva, y a su amigo Marco Enriquez Ominami, que está siendo enjuiciado en Chile.