La relación entre el presidente Alberto Fernández y el gobernador jujeño Gerardo Morales continúa en fase de congelamiento desde que el mandatario nacional viajo hacia la provincia norteña a visitar a la dirigente social Milagro Sala. 

"El Presidente recibe delincuentes en la Casa Rosada", fue la contundente afirmación que el presidente de la Unión Cívica Radical le espetó al Jefe de Estado, dolido por lo que creyó fue "una falta de respeto a los jujeños".

Sin embargo, esta táctica de despegarse de la lesionada figura política del presidente también se ancla en las elecciones presidenciales del 2023, donde Morales tiene el deseo de competir. 

Sus dichos fueron recogidos de una recorrida por Lomas de Zamora, territorio peronista donde busca ganar volumen sobre todo por su nivel de desconocimiento en varias encuestas que lo muestran como un dirigente ignoto en territorio bonaerense.

Hasta allí arribó para reunirse con comerciantes y dueños de PYMES, actores que en los últimos meses han sido protagonistas por las importaciones y la suba desbocada de los precios. También estuvo en el comité de la UCR local.

Asiduo visitante de Buenos Aires, Morales aseguró que la UCR "tendrá un candidato a presidente en 2023". La pregunta es si será él o el diputado Facundo Manes, otro radical que nacionalmente tiene números altos de desconocimiento. 

"La foto del Presidente recibiendo a organizaciones vinculadas a Milagro Sala dio la sensación de una reunión en la que le están pidiendo impunidad. Los referentes a los que recibió el Presidente no son particularmente exponentes del trabajo social, sino más de lo mismo: gerentes de la pobreza que privatizan la ayuda estatal, le sacan plata a la gente, y los obligan a ir a marchas", aceleró Morales. 

"Una mesa en donde el principal exponente es Alejandro "Coco" Garfagnini, el lugarteniente de Milagro Sala en Buenos Aires, es una mesa en la que más que dirigentes sociales, hay delincuentes", agregó. 

La visita de Alberto Fernández a Milagro Sala

El fastidio de Morales comenzó el 29 de junio, cuando Alberto Fernández voló hasta Jujuy para visitar a Sala, quien se encontraba internada por una trombosis venosa profunda. 

"Le pido a los tribunales jujeños y a la Corte que empiece a enmendar las barrabasadas que se hicieron", expresó el Jefe de Estado. 

Hecho un fuego, Morales publicó una carta e incluso realizó declaraciones personalísimas contra Sala. “Que se mejore, pero para que siga cumpliendo la condena que tiene en una cárcel común", disparó. Luego arremetió contra Alberto Fernández:  "Lamento mucho que no esté el Presidente acompañándonos en este acto que es tan importante. Lo invité muchas veces a Jujuy para que hablemos de proyectos”, dijo.