El ex ministro de Salud Ginés González García dio detalles de la frustrada negociación con el laboratorio Pfizer para la adquisición de dosis de la vacuna contra el coronavirus.

"Posiblemente esté rompiendo la confidencialidad y me cueste algo. Pero estoy re podrido”, dijo el ex ministro en diálogo con Radio Rivadavia. Y agregó: “Hasta le llegamos a ofrecer una cosa casi indigna, una firma de responsabilidad individual, de cada uno de los vacunados diciendo que no iban a hacer ningún reclamo”.

El ex titular de la cartera sanitaria explicó, además, que los dos aspectos centrales por los que Pfizer no aceptó la ley que se aprobó en el Congreso fueron la inclusión en Diputados de la palabra "negligencia" y que esa ley "limitaba" la posible "ejecución de bienes".

"La ley (que se aprobó en el Congreso) limita los bienes que podrían ser ejecutados (ante un incumplimiento por parte del Estado) y lo que nos contestó Pfizer es que esa limitación de bienes imposibilitaba su ejecución si ellos querían ejecutar", precisó.

En una extensa entrevista, González García insistió que habló "mucho más" de lo que la "confidencialidad" le permitía, pero que lo hizo porque está cansado de los cuestionamientos.

"Inclusive he hablado de más porque me van a decir de la confidencialidad, que la rompí, pero la verdad es que estoy cansado de darle vuelta a este asunto y que parece que los estúpidos somos notros que no quisimos vacunar, y ahora que no quisimos vacunar porque pedimos sobornos, lo que es demencial", sostuvo.

También contó el ex funcionario que Pfizer llegó a pedir que sea el propio presidente Alberto Fernández quien firme el contrato y no el ministro, como estipulaba la ley.

"Una vez vino un abogado de Pfizer a decir que no quería que firme yo, cuando la ley dice que firme el ministro, y quería que firme el presidente. Pasaron cosas, pero nunca terminamos de romper ni de insultar, seguimos tratando", remarcó González García.

Al insistir con las críticas a la postura de la empresa estadounidense, señaló que lo que querían era "otra ley" y lo consideró "indigno".

"Hasta intervino Vilma Ibarra para lo que se podría corregir, pero las reglamentaciones no pueden ir en contra de la ley de manera tan flagrante. Ellos lo que pedían era otra ley y cómo vamos a hacer otra ley, recién la hicimos, es demasiado indigno", cerró.

También aseguró que el Gobierno buscó desde un comienzo brindar las condiciones para un acuerdo con el laboratorio. “Pfizer fue la niña bonita, porque fue la primera. Los recibió el presidente, ofrecimos hacer fases clínicas acá, la hicieron, quisieron ampliarlas, lo hicimos. Fue la primera vacuna aceptada por ANMAT", señaló.

El ensayo clínico del laboratorio estadounidense se realizó en el Hospital Militar e incluyó a 6.000 voluntarios. Según los especialistas, esas pruebas fueron clave para que Pfizer consiga la aprobación de su desarrollo. 

Reacción ante las acusaciones

González García, que había evitado las declaraciones públicas después de su escandalosa salida del Gobierno, rompió el silencio el lunes, tras las acusaciones de la ex ministra de Seguridad y actual presidenta del PRO, Patricia Bullrich, quien lo acusó a él y al presidente de pedir "retornos" a Pfizer.

La dirigente opositora después bajó el tono a la denuncia de supuestos sobornos pero ratificó su acusación al señalar que "a Pfizer le pidieron que para firmar el contrato tenía que haber una contraparte nacional".

"La matriz de la forma en que trabaja el kirchnerismo es esta. Yo te pongo un Cristóbal López, un Lázaro Baez, alguien que me garantiza a mí que voy a tener participación en esto", agregó Bullrich.

En sus primeras declaraciones González García cumplió casi a rajatabla con la confidencialidad que suponían los detalles de cada negociación, pero con el correr de las horas y el aumento de los cuestionamientos, profundizó en los detalles que, según él, frustraron el acuerdo.

En la misma línea fue Fernández, quien en una reciente entrevista a través de Youtube con un militante K expresó que Pfizer puso "obstáculos" para no firmar el contrato.

"Hubo más como obstáculos que puso Pfizer para no firmar el contrato, porque no iba a poder cumplirlo, que obstáculos que pusimos nosotros", sostuvo el Presidente, en el streaming militante del que participó.

Vacunas para las hijas de Duhalde y nueva defensa a Zannini

El vacunatorio VIP montado en el Ministerio de Salud le costó el cargo a González García. El caso explotó tras las declaraciones de Horacio Verbitsky, que fue vacunado en esa sede del Gobierno, y tras una investigación de Clarín.

En el listado de personas que accedieron a la vacuna, cuando según la disposición del Gobierno a través de un DNU la prioridad la tenía el personal de salud, estaban el ex presidente Eduardo Duhalde, su esposa y sus dos hijas.

"Los únicos dos casos que no estaban incluidos, sea por funciones, por edad o sea por la otras cuestiones, eran las dos hijas del ex presiente Duhalde y ahí fue un uso racional de recursos que si no se perdían", detalló.

González García justificó haber enviado a un funcionario a la casa de Duhalde para vacunarlo: "A mi me parece que un ex presidente de 80 años amerita lo que pasó. De la misma manera que se le pone custodia o se le da alguna cuestión especial a otro ex presidente, no me parece grave haber ido a la casa", agregó.

Distinto es el caso del procurador del Tesoro, Carlos Zannini, a quien el ex ministro volvió a defender: "Por funciones le correspondía vacunarse", sostuvo, y ante la consulta sobre si no le parecía irregular, redobló la apuesta y contestó que "irregular sería que no estuviera incluido como personal estratégico".